02 octubre 2006

Tiempo

En la última página de un suplemento dominical, un investigador de terapias genéticas contra el cáncer afirma que estamos programados para vivir 30 años y que, a partir de ahí, no estamos en garantía. Sin ningún conocimiento en genética, Don Pío Baroja aseguraba hace muchos tiempo que "los hombres de más de 20 años comienzan a pudrirse". Cierto es que ambos, el investigador biomédico y el viejo escritor, utilizan el reloj para medir dos tiempos distintos, el biológico aquél, el moral éste, aunque Baroja establece un vínculo entre ambos cuando rubrica su afirmación con estas palabras: "un artrítico está más podrido aún". Cosidas las palabras y desplegadas sobre la mesa, la frase queda así: "Los hombres de más de 20 años comienzan a pudrirse. Un artrítico está más podrido aún".

James Barrie todavía iba más allá (Barrie siempre iba más allá aunque sus afirmaciones son muy de aquí) y en la primera página de "Peter Pan" hace decir a la madre de Wendy que "los dos años son el principio del fin", observación certera donde las haya y con la que no puedo estar más de acuerdo. No sé muy bien a qué viene ésto ni dónde va a parar pero no me ha pasado desapercibido que el investigador contra el cáncer, que dicho sea de paso lleva 12 años viviendo fuera de garantía, elija para desayunar un donut.


10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La fuerza de voluntad en algunos casos es tal que a veces lo que dicen señores así, con todo el respeto eso sí, queda en ridiculo.

O no ?


V.

2:29 a. m.  
Blogger emejota said...

No

:)

Me explico: en lo que respecta a la aseveración del científico, la fuerza de voluntad no cuenta porque él habla de manera objetiva de la capacidad de la batería. Que luego haya excepciones (para arriba y para abajo) son, eso, excepciones, motivadas por ejemplo por el avance de la propia medicina. Hay otro tipo de excepciones: las monjas del colegio donde estudié se conservan intactas a los 136 años gracias a su mala leche que, sin duda, segrega alguna enzima misteriosa que las conserva mejor que el formol. Esa es otra excepción.

En lo que respecta a lo que dice el escritor, es cierto que un hombre empieza a pudrirse por dentro a partir de los 20 si tenemos en cuenta que a esa edad empieza a tomar conciencia de desengaños, desencantos, etc. La fuerza de voluntad entra aquí para seguir adelante precisamente por todo lo que empieza a pudrirte por dentro.

Y luego la frase de Barrie se refiere a la pérdida de eso que viene en llamar "inocencia", que muchos niegan en la infancia y es cierto, no existe en la infancia. Pero antes de los 2 años sí. Estoy convencido.

Que un artrítico está más podrido aún, eso te lo garantizo, con y sin ironía. Baroja decía artrítico porque es lo que le tocaba pero podía haber dicho otra cosa, es igual. Cuando te toca la lotería, te toca. La fuerza de voluntad entra aquí para, a pesar de todo, tirar para adelante, para sobrevivir a tu reumatóloga o para escribir un blog. Pero desde luego, jodido, estás.

De todas formas, yo me quedo con lo del donut. Tan malo no será para que este señor que sabe tanto de cáncer y habla del gen p16 y cosas así se lo zampe todos los días para desayunar.

Un abrazo.

3:14 a. m.  
Blogger Miguel Cane said...

Este... yo traía esta Pantera Rosa aquí, pero este, mmm...

eh...

uh...

Uy.

Y eso que apenas llevo dos años de garantía pasada.

¡Mañana, la Atkins!

;)

Abrazos

7:49 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Desde un punto de vista estricto envejecemos desde que nacemos, incluso desde que somos concebidos.
Así que prefiero quedarme con la frase de que somos jovenes mientras tenemos proyectos que acabar.

11:01 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La garantía se extiende a la proxima generación. El individuo no es importante en biología, lo es la especie. Con esa edad ya has podido criar una nueva generación. Un saludo

11:35 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vaya, he estado unos días sin poder leerte y me encuentro que te han sido infiel, te duele el riñón izquierdo y encima no te podemos cambiar porque ya no estás en garantía??????? Bueno, pues no quedamos contigo!!!!!!! y te mandamos muchos abrazos para que te recuperes prontico

6:00 p. m.  
Blogger EVA said...

puede que si que nos estemos pudriendo, es facil, con esta vida que cada uno va a su avio sin pensar en nadie, la vida te va envejeciento de cuerpo y de mente aunque estoy de acuerdo con v hay gente con una capacidad de recuperacion impresionante, pero son los menos, los demas a pudrirnos pero yo voto por el donut o un buen pintxo de san sebastian con un cortito fresquito y que sea lo que dios quiera

10:38 p. m.  
Blogger emejota said...

Querido Miguel: una Pantera Rosa siempre es bienvenida pero ya que tenemos por el post al investigador le pediremos su opinión sobre esa sospechosa (y sabrosísima) cobertura de color rosa (más que nada por si acaso). Las dudas del donut ya las tenemos aclaradas.

;)

Un abrazo

12:35 a. m.  
Blogger emejota said...

Lo de las monjas tú y yo lo sabemos, muskarias (anda, parezco al de la radio con lo de "tú y yo lo sabíamos"!)

Jose: lo que dices es verdad. Un donut para tí (que sean dos?)

;)

Ignacio: hay quien a esa edad ya ha criado... malvas pero sí, tienes razón: a la biología le importa la especie, no el individuo. El individuo que sale defectuoso (el soldadito de plomo del cuento) se puede pudrir en términos evolutivos. La naturaleza es muy cabrona.

Un donut de chocolate.

;)

Un abrazo.

12:42 a. m.  
Blogger emejota said...

Así es Marta! Cornudo y dolorido!! Y lo de la garantía... para qué hablar. En realidad cuando nací al médico se le olvidó sellarla así que...

:)

Eva: eso es exactamente a lo que se refería Baroja. El hombre tampoco es que fuera la alegría de la huerta pero tenía más razón que un santo. Nos quedará la duda de si le gustarían los donut...

Yo me pido una coca cola con hielo, vale? Invito yo.

Un abrazo

12:47 a. m.  

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