19 junio 2005

Observadora

El último número de la revista Scherzo-Piano trae una extraordinaria entrevista con Marisa Pérez que, además de pianista y profesora de piano, imparte cursos para profesores sobre la didáctica del instrumento. El autor de la entrevista la denomina "la gran observadora" y, en efecto, la agudeza de sus reflexiones y la claridad meridiana en la exposición de ideas y conceptos sorprende de manera muy agradable y hace que no haya una sola frase en toda la entrevista que no resulte altamente provechosa. Impecable. La lectura de la entrevista debería ser obligatoria para docentes y alumnos en estos tiempos "oscuros".

Entre otras muchas e interesantes cuestiones, habla Marisa Pérez del síndrome de la perfección y subraya el hecho de que nos hemos acostumbrado tanto a lo perfecto que nos hemos olvidado de lo profundo, de lo que es o puede ser significativo para el individuo. Dice que los profesores "llevan como grabada a fuego esa búsqueda de la perfección. El niño tiene que ser perfecto: tiene que colocar la mano perfectamente, tener el ritmo perfecto, etc, y se empeñan en esa perfección, que yo creo que es el germen de la insatisfacción. La perfección se basa en una idea y la profundidad en la experiencia. Aprender a tocar el piano es una aventura personal en la que acompañas al alumno. El alumno se puede familiarizar con su mundo interior: imaginación, emociones, ideas y pensamiento y puede desarrollar y enriquecer sus energías vitales, afectivas, creativas y espirituales".

He buscado en internet y he encontrado su mail, así que le he escrito para darle las gracias.


2 Comments:

Blogger Antonio Bricio-Hernández said...

¡Qué comentario tan importante!

Me encanta lo de la aventura personal.

Es muy difícil hoy en día hacer que un niño aprenda a tocar cualquier instrumento llegando realmente a entender que no se trata de que a los 6 meses de estudio se conviertan en el próximo Mozart.

He visto cientos de niños que son capaces de tocar las acrobáticas composiciones de Liszt pero sin ninguna susbstancia; como una exposición de muebles en un cuarto simulado de alguna tienda.

En cambio, hay niños que lejos de ser 'perfectos' tienen entereza y una buena guía que les han proveído sus maestros.

Que buen comentario, y te agradezco tu participación en mi humilde Blog.

Con mucho calor,saludos desde México.

1:10 a. m.  
Blogger emejota said...

Bienvenido, José Antonio!

Dices bien sobre lo que sucede con muchos niños. Por eso que haya docentes como Marisa Pérez es algo tan gratificante.

La comparación con lo de la exposición de muebles me ha gustado! :)

Saludos con mucho calor también.

1:28 a. m.  

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