21 noviembre 2005

Afectos

Para Magda, música y palabras.

El Barroco es profundamente dramático y expresivo; tanto, que a veces la palabra se le queda corta para lo que pretende decir y la música también y por eso inventa la ópera, que es una cosa mucho más compleja que una señora obesa soltando gorgoritos porque sí. La clave está en que la música subraye, afectivamente, el texto al que acompaña.

En el villancico de misserere "Al clamor", de José de Torres (ca.1670-1738) encontramos un ejemplo extraordinario de ésto. El principio de su estribillo dice lo siguiente:

"Al clamor,
al suspiro,
al triste lamento,
vuelve, Señor, tu rostro"


Y la música contribuye cuidadosamente a materializar la emoción, el "afecto" que porta cada verso. Si trazamos el mapa afectivo, en palabras, de lo que la música opera en cada verso obtenemos el siguiente resultado:

"Al claMOR" (acento fuerte en la última sílaba y corte brusco; el clamor es un grito)

"al sus, piiiiro" (aquí el suspiro está representado, en primer lugar, por la coma que parte la palabra, como si la voz se nos quebrara por la emoción, y seguídamente por la prolongación de la vocal "i", que viene a ser la exhalación de ese suspiro. Un detalle que no puede pasar desapercibido: mientras la coma quiebra la palabra "suspiro", un solitario tenor deja oir un leve "ay", por si quedara duda de que se está suspirando desde el alma). Así que, dado que estamos trazando el mapa afectivo del asunto, vamos a rectificar este segundo verso para que nos quede así:

"al sus, (ay) piiiiro"

Así está mejor. Seguimos:

"y al triste lameeeento" (la clave está en la prolongación de la vocal "e", quejumbrosa, doliente)

Y para el último verso una solución original:

"vuelve, Señor, tu rostro". ¿Cómo subrayar en música este verso? Muy sencillo: haciendo repetir, una y otra vez, la palabra "vuelve"; es decir, "volviendo" una y otra vez sobre ella. El efecto que se consigue es muy curioso.

Sólo nos queda escuchar el fragmento en cuestión. El resto no tiene desperdicio, pero lo dejamos en suspenso. Así, no nos acusan de piratas, que no está el horno para bollos, sino que, muy al contrario, bien podemos decir que estamos haciendo una cuña publicitaria (gratuíta y bien merecida), un "sampler promocional", que dirían los modernos, del trabajo excelente del grupo "Al Ayre Español", dirigido por Eduardo López Banzo y que ha grabado ésta y otras delicias en su colección dedicada al Barroco Español que edita Harmonia Mundi.



4 Comments:

Blogger Magda Díaz Morales said...

¡Pero que maravilla, Mariano!! He escuchado dos, tres, 4 y7 y 9 y ya no se cuantas veces más este pedacito de paraiso adonde voces que parecen ángeles, dicen a tra´ves de la música. Si, palabras y músicas como amantes muy enamorados...

MUCHAS GRACIAS, este post me lo llevo conmigo ¡y dedicado a mi! estoy emocionada, muy emocionada. Es un post delicioso.
Gracias querido amigo.

Un enorme abrazo.
(Vendré a escucharlo y leerlo varias veces)

7:31 a. m.  
Blogger emejota said...

Me alegro mucho que te haya gustado. El descubrimiento de estas obras fue toda una sorpresa para mí. Es un repertorio magnífico y tristemente desconocido.

Un fuerte brazo

4:18 p. m.  
Blogger Pipero said...

Genial, un post genial. Emejota, acabo de descubrir tu blog y, si me permites, te enlazaré inmediatamente. Como era de esperar en un blog enlazado por "estanoesmivida", te felicito por los contenidos.
Aparte, estoy de acuerdo, "Al Ayre Español" es un grupo excelente, igual que muchos otros que van surgiendo y que tienen cabida en el Festival de Música Antigua de Barcelona. No todo se tenía que quedaer en Paniagua o Savall!!

9:49 p. m.  
Blogger emejota said...

Bienvenido a "La Idea del Norte", pipero y gracias por tus palabras y por el enlace. Nos leemos.

(recordar lo de "Benson señora" me ha llegado al alma)

;)

Un abrazo

11:21 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home