Directo
"7 vidas" es una sit-com que hace justicia a su nombre por méritos más que suficientes. Llegar al capítulo 200 en estos tiempos de turbulencias televisivas es un acontecimiento digno de celebración y esta noche lo han hecho realizando el capítulo en directo. Toma ya. La experiencia se ha saldado con nota y ha permitido al espectador participar, por una vez, de una experiencia inusual: la empatía con el elenco de actores, porque hoy eran actores más que personajes. Hoy no se veía a Sole repartiendo collejas sino a Amparo Baró haciendo de Sole y jugándose el tipo ante una platea de varios millones de personas. Lo mismo es aplicable para los demás, con la excepción de Javier Cámara y Paz Vega, cuyo breve segmento venía grabado al no poder estar presentes por compromisos laborales.
Lo de "7 vidas" tiene mayor mérito porque ha conseguido clavar cada uno de sus personajes y no sólo sobrevivir a la posterior fuga de los actores/actrices que les daban vida sino que ha sido capaz de repetir la operación con idéntico resultado durante años. En las series de televisión (y también en el mundo de la canción), pasa una cosa muy curiosa: en cuanto alguien tiene un éxito grande siente la repentina necesidad de "echar a andar en solitario", esa es la frase socorrida en esos casos pero ocurre que, salvo excepciones contadas, el recorrido posterior es muy breve; parecen no darse cuenta de que el éxito obtenido no reside en ellos como individualidades, sino en ellos como pieza del engranaje de un colectivo. Esta temporada "7 vidas" ha experimentado un descenso de la audiencia porque esta vez no se ha ido un personaje, se han ido varios de golpe y algunos eran verdaderos pilares de la serie (nunca te tenías que haber marchado, Carmen Machi).
Como ya he dicho en alguna otra ocasión que yo de mayor quiero ser productor ejecutivo de una serie de tv (de una serie buena, ya puestos), puedes imaginar el interés con el que he seguido la emisión. Me he fijado en muchos detalles curiosos y he apreciado el fantástico trabajo realizado con precisión de relojero pero sobre todo, me ha llamado la atención que la ficción ha fluido con la naturalidad de lo real mientras que el único desliz apreciable en el ámbito real (la risa no contenida de Carmen Machi interrumpiendo momentáneamente su diálogo con Gonzalo de Castro) ha resultado del todo ficticio. Seguramente lo era, venía en el guión. Qué curioso. Así que en la siguiente pausa publicitaria me he quedado dando vueltas a eso, a la idea de tener que falsear la realidad precisamente para acrecentar su carga de veracidad; teatralizar el directo para recordarnos que lo que vemos no es teatro grabado. Iba a llegar a alguna conclusión sobre el asunto cuando ha empezado el siguiente bloque y ya he perdido el hilo. En cualquier caso, magnífico trabajo. Aplausos.
3 Comments:
¿Un capítulo en directo en una televisión española en estos tiempos? Pues la verdad es que es un motivo de aplauso. No cabe duda que ha marcado un estilo y ha sido durante mucho tiempo la reina de las noches de los domingos (aunque yo dejé de verla ya hace un par de temporadas).
Siempre la puedes repescar en dvd. La pasada temporada a mí me pareció de lo mejorcito.
Saludos
Yo tuve la buena suerte de ver una temporada cuando vivía en Barcelona, ahora que estoy en México si que la extraño, a ver si alguien por ahi me dice dónde la encuentro en dvd.
saludos!
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