Costumbre
Mira si soy hombre de costumbres que yo ceno los sábados con Ana Mª y Manolo desde el verano de... ¡1983!. Tenía 13 años. No recuerdo muy bien qué me llevó a aparecer por su casa pero sí que me acuerdo que ponían en la tele "El planeta imaginario" y entonces me aprendí la 1ª Arabesca de Debussy porque esa era su sintonía y la tocaba en el blando teclado del Yamaha vertical de Ana Mª. La toqué ni sé las veces y la gente decía: "anda mira, la música del Planeta Imaginario". Con los años toqué otras cosas aunque nunca terminamos hasta el gorro del todo de la Arabesca y ahora ya no toco nada: voy directamente a la mesa porque siempre llego con la hora justa. Sin embargo, el otro día la volví a tocar y nos quedamos un poco mudos, yo creo que porque nos dimos cuenta que han pasado ni más ni menos que 23 años y la Arabesca de Debussy sigue tan fresca pero nosotros no.
Lo más curioso de todo es que durante todos estos años el menú siempre es el mismo, una cosa sencilla y ligera: una ensalada y una tortilla de patata (Ana Mª hace de la tortilla de patata una obra maestra cada sábado). El postre es lo único que cambia. Sorpresa. El menú es el mismo porque en realidad la cena es el aperitivo a la tertulia de después, que se prolonga hasta tarde y siempre es distinta. El menú es igual pero la tertulia es distinta. Pocas veces me he reído tanto como sentado a esa mesa y, pensándolo bien ahora, deben ser centenares las confidencias que se han contado entre las migas de pan.
Esta noche me toca llevar la lechuga porque a Ana Mª se le ha olvidado comprarla. Me acaba de llamar diciéndome si no tendré por casa alguna lechuga y yo le he dicho que sí, mujer, que ya la paso yo. Si a alguien le apetece se puede pasar por allí. No hace falta que lleve la lechuga. Me encargo yo.
1 Comments:
Se te echa en falta, muskarias. Si vienes en agosto sacaremos del congelador los polos de limón :)
Un abrazo fuerte.
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