Pavana
Este post funciona mejor a media tarde.
En un claro del bosque, a la luz de membrillo del sol de otoño, nos aguarda Maurice Ravel para atrapar en 20 compases la atmósfera de una narración infantil. Acabamos de apuntar dos detalles que no deberían pasar desapercibidos: uno, que a Ravel le gusta refugiarse en el territorio onírico y mágico de la infancia para transitar otros mundos y poder escuchar el latido de historias extraordinarias; dos, que a Ravel no le interesa tanto utilizar el lenguaje musical para narrar una historia como el atrapar la idea principal de la misma, su esencia, su atmósfera. Y eso es precisamente lo que sucede en la "Pavana de la Bella Durmiente del Bosque" en la que nos disponemos a adentrarnos antes de que se oculte el sol.
La alusión en el título a la Pavana es una declaración de intenciones: la Pavana era una antigua danza cortesana de carácter grave, atributos todos ellos que nos sitúan con prontitud y precisión en el escenario donde van a desarrollarse los acontecimientos. Por su parte, la pericia y la delicadeza con la que Ravel se desenvuelve en el manejo de arcaismos musicales, queda en evidencia desde los primeros compases:
Click para escuchar. Mp3, 210 k.
La escena transcurre en un viejo castillo donde un maleficio ha suspendido toda actividad. Subimos la escalinata principal y nada oímos: la princesa yace en su lecho, los reyes en sus tronos, los guardas apostados junto a las puertas, los cortesanos en las salas. Todos duermen un sueño infinito allí donde les sorprendió el hechizo. Ha pasado tanto tiempo que el bosque cercano ha ido engullendo al propio castillo. Ya apenas la luz del sol consigue atravesar los ventanales.
Nada cambia, nada se mueve.
Precisamente esto es lo que Ravel pretende destacar de la escena como lo esencial: de un lado, el paso inexorable del tiempo y por otro, la vida detenida en un instante perpetuo.
Si prestamos atención, podemos sentir a lo largo de la pieza el discreto tic tac de un reloj (representado en el ejemplo siguiente por las notas del pentagrama central). Incluso oímos dar las horas a un viejo reloj de péndulo con su característico sonido "destemplado" (efecto producido por la disonancia marcada con color rojo):
Click para escuchar. Mp3, 285 k.
Pero mientras pasa el tiempo, la vida se encuentra suspendida. Ese estancamiento está representado por la insistente repetición de una melodía que suena una y otra vez formando un bucle:
De disimular la monotonía de las repeticiones (acotadas en el ejemplo anterior) se encargan, con asombrosa belleza, las armonías que inventa Ravel a modo de sutil acompañamiento:
Click para escuchar. Mp3, 300 k.
De esta manera, nos encontramos con una notable condensación de elementos narrativos distribuídos hábilmente en un espacio muy reducido. Música de una levedad y una fragilidad extraordinarias. Música callada, poema de cristal. El resultado es de una belleza hipnótica.
M. Ravel: "Pavana de la Bella Durmiente del Bosque" (íntegra)
Click para escuchar. Mp3, 1,25 MB.
10 Comments:
Como soy un incondicional de tus posts de explicaciones musicales con extras visuales y sonoros, agradezco ver de nuevo uno por el blog. Ya empezaba a echarlas de menos, Emejota. Y más cuando en tan poco espacio aclaras unos pocos pero muy importantes detalles, como sucede hoy.
Mmmmm, creo que un día me pondré a recopilar tus post musicales explicativos en un único documento HTML (con imágenes y sonidos).
Saludos,
Ferre
Muy buena pinta... tomo nota.
Un abrazo
El próximo te lo dedico, Ferre. Fijo que sí ;)
Es cierto que tenía los posts musicales aparcados (desde aquella -ay- Queja de Granados) pero confieso que estoy en crisis en lo que se refiere a la dialéctica musical. Mi periodo sabático en parte viene porque a finales del curso pasado me sentí literalmente vacío y de repente me entró una pereza horrorosa, casi te diría que casi casi hasta aversión. De hecho ahora me siento incapaz de dar una clase de análisis o de armonía siquiera. Vamos, que estoy en un compás de espera con un calderón como sombrero.
Me estoy agarrando a Ravel porque creo que es un estímulo muy interesante para tomar aire y retornar. Ideas no faltan, te lo aseguro, pero ponerse...
Pero el próximo dedicado!
Un abrazo
Hola Eram!
Sí, toma nota (observa que son pocas las notas que hay en esta partitura y sin embargo hay un mundo sonoro preciso y precioso). De Ravel siempre hay cosas buenas que aprender, no lo dudes.
Un abrazo!
¿Se admiten peticiones de los oy... lectores, aunque sea en plan general? Si es así, ya sabes a qué compositor acudir algún día. Sí, ese que ya me "asignaste" en su día.
Emejota, si hay ideas, las ganas ya llegarán. Además, después de un vaciado, sólo puede venir un llenado (pura lógica física). La estimulación raveliana, en tu caso, con lo afinidad que tienes con él, seguro que funciona. Y si no, avísame, que puedo llegar a ser un verdadero palizas (Emejota, toca post analítico, toca post analítico, toca post analítico, toca post analítico,...) y con tal de que me calle... O saco la navaja: las amenazas también suelen dar buen resultado. :-)
Saludos,
Ferre
Como Ferre soy un incondicional de tus posts musicales. Espero que las ideas cuajen y podamos disfrutar de ellas más a menudo.
Querido Mariano:
Estoy muy impresionado.
Déjame compartir esto contigo (tal vez te interese...)
http://www.milenio.com/index.php/2006/10/03/4544
Un abrazo.
M
Yo estoy impresionado de lo prolífico que eres, Miguel! (claro que me interesa aunque tengo que encontrar el momento para leer sosegadamente!)
Muchas gracias y un abrazo.
Muchas gracias, rmf, otro dedicado para tí (al final, esto de comprometerme a hacer posts va a ser un estímulo más eficaz que Ravel!)
:)
Un abrazo
Se admiten, Ferre, se admiten... pero me lo pones pelín cuesta arriba en este momento. El tanque tiene que estar un poco lleno para eso.
Un abrazo
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