21 febrero 2007

Aliento



Yo sigo buscando el latido de las cosas y allá arriba, en el escenario, la vida late con fuerza, sobre todo en esos breves instantes de vibrante silencio que van del aplauso de bienvenida al momento en el que empieza a sonar la música. ¿Hemos pensado alguna vez qué sucede en esos instantes, nos hemos preguntado qué se siente, qué cosas pasan por la cabeza? Vamos a tomarle el pulso a ese latido en este post. Mientras subes el volumen de los altavoces o te pones los auriculares, que luego habrá que acercar bien el oído, te pongo en situación: Palacio Euskalduna de Bilbao, 23 de Octubre de 2005, Auditorium principal, el rumor de 2164 butacas y 50 niños y su director en escena, aguardando; estamos a oscuras y cada uno de los niños lleva entre las manos una lucecita que dibujará en el aire la coreografía de un canto ancestral japonés. Todo está dispuesto y todos ocupan su lugar en el amplio escenario, en silencio, a falta de que transcurran los veinte segundos que necesita el piano para abrir la puerta a la actuación. Ha llegado la hora. Todo el esfuerzo empleado con anterioridad, el trabajo realizado, los deseos y las ilusiones puestas en él, descuentan sus últimos segundos. Apenas veinte. Camuflado entre la oscuridad, suspendido del alto techo, el indiscreto micrófono capta en esos momentos de tensión un susurro de aliento que sólo oyen ellos y que ahora lo podemos vivir nosotros. ¿Lo oyes?

Click para escuchar. Mp3, 235 k.

© Baraha/Estudios T.Pete


4 Comments:

Blogger Miguel Cane said...

Si lo oigo, entre las copas de los árboles, Mariano.

Un abrazo.

8:07 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

el aliento llega en silencio. como cuando le brillan los ojos a la chica con nombre de agua. como cuando tiemblas cuando entras en la sala y sabes, porque lo sientes aquí, en las tripas, que va a ser un espectáculo digno de ver y sentir. el aliento se hace más evidente cuando es un susurro silencioso. vamos. ánimo. estamos aquí, emejota. estamos aquí. qué envidia poder estar en ese escenario. en ese teatro.

9:46 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Transmite entusiasmo, seguridad, afecto.Es una luz, una mano tendida en la oscuridad. Se siente así cuando lo escuchas.
Gracias.

11:28 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

En ese momento se puede sentir tensión, expectación, ansiedad por lo que pueda ocurrir y felicidad por lo que vas a mostrar al público esperando que no haya demasiados imprevistos, pero yo sobre todo,lo que siento son muuuchos nervios, así que ese momento justo antes de empezar, lo que se puede hacer es respirar hondo varias veces, que quizás sea lo más productivo.

Enhorabuena, chicos, por ese fantástico trabajo, a mí también me hubiese gustado cantar con vosotros y espero poder veros en directo algún ddía, seguid así, amando la música y sobre todo, disfrutando con ella cada día.
(Me estoy aprendiendo todas las coreografías del dvd, jijiji).

Besos

10:34 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home