Visita
Han llamado a la puerta y me he encontrado a mi sobrino Carlos, hecho un hombrecito, plantado ante mí de pie por primera vez y mirándome desde muy abajo, sonriente. Ante mi sorpresa por la visita ha respondido con un expresivo "ata" y se ha soltado de la mano de su madre y luego del marco de la puerta que mantenían estable su precario equilibrio iniciando así una breve y tambaleante excursión que le ha llevado a estrellarse contra mi regazo. Yo lo he acogido entre mis brazos, le he aupado, y mientras sentía el calor de su carita en la mía y acariciaba su espalda diminuta me he escuchado a mí mismo decir ay, ay, ay.
(Siempre me ha impresionado mucho que el corazón elija lamentos para manifestar el puro gozo).
7 Comments:
Querido Mariano, me has contagiado el gozo! Qué agradable visita la que has tenido.
He andado un poco dispersa pero es un gusto leerte día con día.
Un abrazo y saludos!
Yo voy a llamar a tu puerta con un pequeño guiño. Wanda no ha querido venir pero la señora del sombrero rojo siempre se me aparece con esta imagen. Aún no sé si me inquieta o me gusta... lo que sé es que captura si la miras "Rose Selavy"
Querida Diana: estoy al tanto de que ha sido una temporada dura en la oficina. Me alegra volver a verte y haber compartido contigo el gozo de mi visita.
Un abrazo
Adelante, adelante Raquel. Wanda anda por el bingo, seguro :D
Ya le gustaría a la señora del sombrero rojo parecerse a esta dama. Vaya si captura!
Un abrazo
Más que lamentos me parecen emociones convertidas en voces del espíritu...
Ay Ay Ay, es un gozo leerte, palpar con enorme respeto, la suavidad de t alma, a través de lo que escribes.
ay, ay, ay, Lety.
(Gracias)
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