03 febrero 2006

Bagatela


Me lo he encontrado en una cinta de cassette bastante mal conservada y se oye con mucho soplo pero me ha hecho ilusión recuperarlo. Es un apunte escolar, una ocurrencia concebida en el bar de enfrente del conservatorio mientras sonaba por el hilo musical un arpa eléctrica cuyo sonido me gustó mucho. Inmerso aquellos días en los sesudos y pesados contrapuntos modales (bueno, venga, tengo que ser sincero, también eran apasionantes) salió ésto como un pasatiempo, como quien necesita estirar las pìernas y tomar un poco de aire fresco. Le tengo simpatía por su levedad y su brevedad, no obstante poseer una elaborada maquinaria interna cuyo entramado lógico quizá no se advierta de primeras. Tampoco importa mucho. Al catedrático le espantó oir el nombre de "arpa eléctrica" entre motetes y cánones por movimiento contrario y dijo que "anda que tú también" con puntos suspensivos pero cuando lo escuchó se llevó la mano a la boca porque le entró la tos que le daba cada vez que se presentaba una sonrisa inoportuna. Al final, quiso incluir la pieza en los trabajos de fin de curso. No pegaba ni con cola entre las demás obras "serias" pero allí fue a parar y yo me olvidé de ella. Hasta hoy, que la he escuchado con una sonrisa y sin tos.


3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Esto es muy curioso, porque al escucharlo, (además de que me gusta), tengo la clara sensación de estar escuchando una composición modal, como con la canción que calificabas de "delicadamente modal" en otro escrito. Digo que es curioso, porque no sé lo que quiere decir eso.

Entiendo qué significa que una música tengar carácter tonal (un centro tonal y una armonía basada en los acordes de tónica y quinta, construidos sobre las escalas del modo mayor o menor, etc, que es la estructura básica que se ha desarrollado en la música occidental).

También sé a que se llama modo, en teoría, pero no tengo claro cómo funciona dentro de una pieza. Entiendo (o quizás no del todo) cómo una melodía se puede apoyar en una escala de un modo determinado (¿los modos Gregorianos bienen a ser básicamente eso?), pero ¿cómo es la armonía modal?
Las improvisaciones que los músicos de Jazz hacen sobre una progresión de acordes también se basan en modos determinados ¿no?...

Vaya, que estoy hecho un lío. ¿Podrías dar alguna clave para entender qué es lo que da su carácter a la música modal?

4:53 p. m.  
Blogger emejota said...

Fascinante tema. Tienes esa sensación porque tu oído echa en falta aquello que define lo tonal: para empezar, la resolución de una sensible sobre la tónica a distancia de semitono.

Fíjate que hablamos de tonalidad y, al mismo tiempo, nos referimos a un modo Mayor y otro menor, Y es que, en realidad, puede decirse que la tonalidad es el resultado de una criba por selección de los numerosos modos antiguos (los modos gregorianos a los que aludes) y las escalas resultantes –dos- han impuesto sus propias normas, su jerarquía de grados, etc a las que nuestro oído está tan acostumbrado. Por eso, cuando escuchamos un sistema que tiene otra jerarquía de acordes y sus normas sobre la relación que debe existir entre sus notas experimentamos una sensación peculiar que puede traducirse en que se nos pasen por la cabeza términos como “arcaísmo” o “exotismo”.

Sabemos que la tonalidad se rompió a las puertas del siglo XX por diversas causas: por expansión (tendencia que proviene del romanticismo), por razones estéticas concretas (la traducción musical del universo impresionista francés, por ejemplo) o dinamitándola desde dentro (el atonalismo, cuya paradoja es su fuerte dependencia de lo tonal), entre otras. Y entonces ocurrió algo muy curioso: de la misma manera que la llegada de la tonalidad barrió todo rastro modal (si un ordenador examinara las miles de páginas escritas por Mozart nos saldría el acorde sobre el tercer grado en un número para el que nos sobrarían los dedos de una mano: el tercer grado no tiene cabida en la jerarquía de las funciones tonales por sus resonancias modales, aunque todavía haya quien se empeñe en asignarle una, de tónica, para más inri. Que ocurra en el jazz pase, pero estamos hablando de un periodo de tonalidad pura) Vaya, qué paréntesis más largo, retomo el hilo: decía que de la misma manera que la tonalidad borró todo atisbo modal, la necesidad de borrar todo lo tonal hizo que… volviera lo modal, entre las muchas soluciones que se adoptaron para borrar a la tonalidad del mapa. ¿La razón? Llevaba tanto tiempo sin escucharse que sonaba a novedoso. Curiosa paradoja: lo viejo sonaba a nuevo precisamente por viejo y olvidado (por cierto y a manera de excepción, el folclore popular es básicamente modal por su propia antigüedad)

Hoy se sigue usando la tonalidad pero también la modalidad: a los alumnos, que identifican “modal” con “antigualla”, les sorprende descubrir que muchas de las canciones pop que escuchamos hoy en día son modales (esa canción que hace poco cantaban Shakira y Alejandro Sanz lo es). Yo recuerdo una magnífica exposición sobre el tema de los modos por parte de Leonard Bernstein en uno de aquellos míticos programas didácticos de tv para jóvenes. El capítulo en cuestión se titulaba “¿Qué es un modo?” y se me quedó grabado el momento genial en que se sentó al piano y se puso a tocar “Norwegian wood”, de los Beatles, para explicar el modo mixolidio (¡). Da la casualidad que su melodía incide de manera especial en una nota (fa natural) que, mira por dónde, es la nota identificativa del modo mixolidio, construído sobre la escala de sol (Lo que distingue al modo de sol del tono de sol es ese fa natural, que es fa sostenido en un Sol tonal). El principal atractivo melódico de la canción reside precisamente en esa nota, convenientemente subrayada por sus autores. Hay que imaginar el poderoso efecto que el ejemplo elegido por Bernstein debió causar dado que por aquellas fechas, la canción de los Beatles estaba en boca de todos.

Como ves, el tema es inagotable y a mi juicio muy interesante.

Un abrazo

2:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Realmente fascinante. Muchas gracias emejota, tus apuntes me resultan realmente iluminadores: me aportan lo que necesitaba; claves para unir conceptos, perspectivas para que ideas que ya conocía cobren significado. El tema es apasionante, pero reservaré la cascada de preguntas que despierta porque sé que estás liado y no quiero robarte más tiempo.

De momento ya tengo una concepción más clara del asunto. El ejemplo de Norwegian Wood ha sido especialmente revelador y una vía de exploración asequible. Ahora veo que tus palabras iniciales definen la esencia de lo que proporciona el caracter de la música modal: la falta de los elementos tonales a que estamos tan acostumbrados. Supongo que el hacer música modal es como regresar al principio, al núcleo básico del que se ha desarrollado la música occidental y buscar otros caminos a partir de allí.

Muchas gracias.

4:23 p. m.  

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