26 enero 2006

Sueño

Ya he recuperado el sueño. No sé dónde se había metido pero ya ha vuelto. Lo dije ayer antes de empezar la segunda charla a modo de advertencia afectuosa: hoy vengo con las pilas puestas. Al dormir en condiciones he vuelto a recuperar los largos paseos al atardecer y también he vuelto a encontrar a Mozart en el teclado. Estoy que no me lo creo. Toca madera. A la luz de la lamparita, tuve, una vez más, que anunciar la renuncia de Gould, momento siempre inquietante porque me pone algo parecido a un nudo en la garganta que no es tanto por su propia renuncia sino por lo atractivo de la idea: renunciar para llegar a ser. Quién tuviera valor.

Creo que la gente ha conectado con Gould y yo ayer me encontré muy cómodo: con ellos, con él, conmigo. Por la noche me quedé dormido en el sofá y además a una hora inusualmente temprana. Cuando desperté se me ocurrió que antes de desvelarme convenía meterme rápidamente en la cama, por si acaso, pero entonces me acordé que por las noches tengo una cita con este cuaderno. Me encontré con un aviso que decía que el servicio estaba momentáneamente interrumpido. Lo ponía en inglés pero aunque la traducción venía a decir éso yo lo interpreté como: haz el favor de ir a dormir y no seas pesadito, majo. Y eso hice. Soy muy obediente (bueno, a veces).


5 Comments:

Blogger Unknown said...

Y esta mañana seguía un poco confundido el blog. Me he dado un susto de muerte cuando esta mañana he visitado tu cuaderno y "La Idea del Norte" aparecía en ROSA!!! mira que odio ese color ¿eh? He pensado, no puede ser que Mariano haya dado este toque horrible al blog y entonces me he dado cuenta que había errores en la página. Ahora lo entiendo...era para que siguieras durmiendo un rato más.

1:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Dentro de poco iremos a ver con qué nos encontramos, allí por el Norte; la cosa está emocionante.

Pero antes, ya que ayer me preguntabas qué opinaba de lo que llevamos recorrido haré un esfuerzo para explicarlo:

Para conocer algo de verdad tienes que perderte y buscar tu camino, pero una visita guiada es una iniciación magnífica cuando la persona que guía se ha adentrado tanto en el territorio.

En este caso, disfrutar de un comunicador de tu talla, es además un gran lujo. La puesta en escena, las sorpresas, los detalles, son magníficos.

En cuanto a Gould, hasta ahora parece esquivo y oblicuo. Da la impresión de que lo que de verdad transmite nos llega por sublimación; emerge donde no se espera.
Interpreta música de otros compositores, con un piano y técnica perfecta, pero se las arregla para que nos olvidemos del compositor, de la técnica y del piano; lo que transmite debe de estar en otro lugar.

No he podido oir esas improbables entrevistas que hacía, ni sus programas de radio, pero sospecho que funcionaban de forma parecida: transmitian algo que no estaba en principio allí.

Bueno, vamos a ver que nos depara este esquivo y oblicuo Gould, ¿a donde le llevará tanta soledad?

--stupendous-man

7:41 p. m.  
Blogger Diana Carolina said...

Querido Mariano!

Seguro que a ti te toca primero felicitar a nuestro muy preciado Mozart.

Un fuerte abrazo para ti.

=)

11:45 p. m.  
Blogger emejota said...

Hoy has podido comprobar adónde lleva tanta soledad (o qué se nos trae de ella)

Un abrazo y muchas gracias.

1:38 a. m.  
Blogger emejota said...

Querida Diana:

No se me podía olvidar ;)

Un fuerte abrazo

1:40 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home