16 febrero 2006

Tipos

A la hora de la cena, el locutor del boletín de economía de la radio ha dicho que las bolsas del mundo entero han estado unas horas conteniendo el aliento a la espera de que un señor dijera si subían o bajaban unos tipos de interés. Todo ha sido que este señor abriera la boca y dijera lo que tenía que decir para que a los dos minutos ya se hubiera producido un movimiento masivo de números con muchísimos ceros entre unas bolsas y otras, algunas con agujeros.

Escuchar estas cosas me deja perplejo y siempre me pilla con la ensalada en el plato. Me pregunto si este señor, gobernador de la Reserva Federal de los Estados Unidos, ni más ni menos, eso pone en su tarjeta, se dará prisa al afeitarse o si desayunará tan tranquilo mientras su señora le recuerda que al volver de la oficina se pase por el súper para traer comida para el gato, sabiendo que unos minutos de más son esenciales para que algo decisivo, ya sea bueno o malo, según las palabras que salgan de su boca, afecten a escala planetaria. ¿Qué pensará este señor? ¿Cómo se vive sabiendo que su garganta es un trasunto de la rueda de la fortuna medieval? ¿Y si se equivoca? ¿Qué pensará su señora de que su marido encuentre a esos tipos interesantes y que los haga subir o bajar? ¿Qué invento raro es esto de las bolsas, dónde están las bolsas, de qué material están hechas, quién las guarda? ¿Por qué existen las bolsas, es que sólo se puede vivir teniendo bolsas? ¿Qué pasaría si no hubiera bolsas ni tipos de interés que suben y bajan según dictamina este señor? Demasiadas cuestiones y demasiado grandes para aliñar una simple ensalada de lechuga.

Para mí, el boletín de economía de la hora de la cena es un misterio inexpugnable, es como sintonizar con un lenguaje desconocido que manejan con soltura unas voces rarísimas que entonan frases muy rectas que casi nunca se curvan. Lo único que me ha quedado claro es que las bolsas de todo el mundo, que han estado manteniendo el aliento mientras este señor se afeitaba y se ponía la corbata, al menos ahora ya respiran, aunque lo que ya no sé es si de alivio o con ansiedad, y eso que a continuación han consultado a una analista experta su opinión personal sobre el asunto. El avispado locutor ha aprovechado que tenía a una analista experta para preguntarle si en su experta opinión merecía la pena invertir en Telecinco. Yo he pensado que a lo mejor es que el locutor tiene unos ahorrillos en el bolsillo y se quiere dar un capricho. La experta analista ha dado su punto de vista experto diciendo que que merecía la pena, por supuesto, y la razón que ha dado es porque este mes Telecinco tiene más audiencia que Antena 3. El locutor se ha mostrado muy agradecido por semejante exhibición de agudeza deductiva y yo he sacado la inquietante conclusión de que en estos instantes tiene que haber gente conteniendo el aliento pendientes de qué botón del mando a distancia pulsas. Qué miedo dan estas cosas.


5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Buenos días, soy el Gobernador de la Reserva Federal de los U.S.A.

Quería hacerles una pregunta a usted. Mr. Emejota o a cualquiera que pueda responderme: ¿Alguien puede decirme dónde comprar salvia fresca en Washington D.C.? Es que mi mujer me ha pedido que la lleve al salir del trabajo porque vienen unos amigos a cenar.

Necesito esa cena, esos momentos de relax...ustedes no se pueden imaginar lo estresante que es esto. Me siento como Marcel Marceau en una rueda de prensa, con los periodistas esperando que diga una palabra. Y además, tanta expectación para un espectáuclo tan corto. Digo un número y ya está, los periodistas se levantan y se van de la sala de prensa. Es muy frustrante.

Se despide, esperando puedan solucioname mi problema con la salvia, Fe... perdón... el Gobernador de la Reserva Federal U.S.A. Saludos a todos ustedes y felices tipos de interés para sus hipotecas.

8:24 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Mierda, soy gilipollas. Voy y firmo... ¡maldita inercia!

8:25 a. m.  
Blogger emejota said...

Buenas noches, señor Gobernador. Siento no poder decirle dónde se compra salvia fresca en Washington D.C pero no se olvide de que tiene que comprarle comida al gato. Por cierto, esos amigos que van a cenar a su casa son esos tipos que tanto interés despiertan en usted? ¿Dónde reside su interés? Me tiene en ascuas.

Atentamente.

1:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es el director del banco donde tengo la hipoteca de mi casa. No sabe usted cómo se ha disparado aquí en la capital federal el precio de la vivienda. A ver si se cree usted que reduzco los tipos de interés por el resto de la humanidad. De eso nada, es por mí, que así pago menos al banco de este tipo.

Y esta noche a ver si le convencemos para que él, por su parte, nos reduzca un poco más.

O sea, es un interés sobre mi interés. Y que nadie me llame interesado.

Saludos desde el Potomac.

8:22 a. m.  
Blogger emejota said...

Pues ándese con ojo porque ya dice Leopoldo María Panero que "el antiCristo son los bancos", y Leopoldo María Panero es un tipo interesante que suele bajar a los infiernos para poder subir luego a las cumbres de la inspiración. Y todo sin necesidad de hacer un máster en economía para ser experto analista.

Como me interesa el interés sobre su propio interés, mire a ver si le resulta interesante participar en la próxima edición de Gran Hermano VIP. Se puede sacar unos ingresos extra y además es en Telecinco, que dice la analista experta que va bien en bolsa.

Saludos al Potomac

11:23 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home