12 mayo 2006

Conjugaciones

Yo venía esta noche de una cena tan contento y arriba del paraguas llovía a jarros y debajo me he puesto a llorar, un poco. Suelo llorar en pretérito perfecto. A la segunda frase estoy acostumbrado pero la primera plantea ciertas incógnitas para cuya resolución necesito algo de tiempo; ahora no sabría explicarlo. Me pregunto a mí mismo por lo sucedido y me respondo que yo venía esta noche de una cena tan contento y que arriba del paraguas llovía a jarros y debajo me he puesto a llorar, un poco. Y no consigo salir de ahí. Todavía.

A lo más que alcanzo es a decir que lo semáforos guiñaban su ojo anaranjado y que el aire olía muy bien a mojado pero, para ser sinceros, esos matices no aportan nada a la cuestión esencial. En el ascensor me he acordado de que en el colegio nos enseñaban a diseccionar las frases, partiéndolas en trocitos. Quizá eso sirva de algo: esta noche estaba tan contento (lo estaba, y lo estoy). Llevaba paraguas porque llovía a jarros (llovía a jarros pero ahora sólo llueve, creo). Debajo del paraguas me he puesto a llorar (me he echado a llorar pero ahora no estoy llorando, ni siquiera un poco, lo que vuelve a demostrar que tengo tendencia a llorar en pretérito perfecto aunque, mira lo que son las cosas, me acabo de dar cuenta de que el gerundio me pone mariposas en el estómago). Tendrá que venir el futuro para convertirse en presente y aclarar un poco las cosas para que las pueda poner en un post.


2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Vaya coincidencia, nos dio por hablar de lo mismo, o parecido, o no, aunque lo parece.
Bonita casa la tuya, te dejo un saludo dentro, y otro fuera.

10:08 a. m.  
Blogger emejota said...

Hola, tautina, bienvenida a La Idea del Norte. Sí, nos dio por hablar de lo mismo, o parecido, porque aunque has dado en el clavo ("Llueve fuera y yo no encuentro un cobijo dentro") también cabe la posibilidad de que llueva dentro y yo no encuentre cobijo fuera.

Muchas gracias desde dentro.

1:33 a. m.  

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