04 mayo 2006

Medios

Hoy hemos presentado en rueda de prensa el concierto de los chavales de Leioa y casi nos podíamos haber ido a tomar unas copas al bar de al lado con los chicos de la prensa: había el mismo número de personas en la mesa que de periodistas en las sillas. Eso ha motivado que una vez hechos los deberes, los unos hablando, los otros escribiendo, la reunión haya derivado hacia una exposición de reflexiones en voz alta sobre la decisiva importancia de los medios de comunicación como eslabón fundamental en la cadena de divulgación cultural.

Uno de los empresarios patrocinadores del evento, avezado en estas lides, ha dicho con toda la razón que de nada sirve emplear todos los esfuerzos habidos y por haber en traer algo por muy interesante que sea si la prensa no hace lo que, por otra parte, es su obligación: informar, transmitir, ser mediador entre la fuente de información y el receptor. Puedes traer a un premio Nobel pero necesitas, primero, que la gente se entere y luego, por supuesto, que decida libremente si tal premio Nobel le cae simpático como para hacerle una visita.

Yo me he atrevido a decir que todos hablamos de manera recurrente de la carencia de iniciativas culturales, somos especialmente críticos con eso, sobre todo por estas latitudes, así lo opina la gente en los corrillos y los periodistas desde sus respectivos medios. Y hacen bien. Pero a veces da la sensación de que la cultura es una señora a la que estamos esperando porque de un momento a otro va a entrar por la puerta, que es una forma de decir que nuestra actitud ante ella, siendo crítica, es pasiva. Y he añadido que en el contexto en el que estamos empleando el término, la cultura es un proceso complejo en el que intervienen muchos factores y muchas sensibilidades: la sensibilidad de los gestores y programadores para dar con el evento adecuado y la sensibilidad de los patrocinadores (públicos o privados) para comprender la importancia de apoyar un determinado proyecto, por ejemplo; pero también se requiere de la sensibilidad de los medios de comunicación para que asuman la importancia decisiva de su misión como portavoces. Hasta el público, destinatario fundamental del proceso, interviene en esta cadena con su respuesta.

A lo que voy es que es muy fácil denunciar la falta de iniciativas culturales desde una columna de opinión o desde unos micrófonos; y mostrar desde el púlpito mediático los brazos abiertos para acoger, bienvenidas sean, las actividades que en este campo se planteen produce un indudable efecto de cara a la audiencia que, en muchas ocasiones, no se corresponde para nada con la realidad. Por supuesto que el criterio selectivo es libre, tanto para los medios como para el público, pero creo que en todo caso son los medios los que deberían dejar al público la última palabra al respecto, siquiera por respeto. Hoy la prensa no ha estado a la altura. O quizá los niños de Basilio Astúlez o nosotros mismos no estamos a la altura de la prensa. Desde luego, eso no nos influye anímicamente porque tanto nosotros como nuestros patrocinadores como la gente que ya ha empezado a interesarse por la actividad creen en el proyecto y en él vamos a seguir trabajando, con o sin apoyo mediático. Pero lo que está claro es que algo no encaja.


8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Más razón que un santo.

En general, el tratamiento de los eventos culturales en la prensa escrita está derivando desde hace tiempo a un tratamiento del espectáculo sin más. No sé si me explico: un evento es importante culturalmente según su grado de espectacularidad. Si no es llamativo bajo ese criterio, apenas se difunde... como mucho, a posteriori se hará una crítica a él en la que posiblemente dejen caer que, ¡uy, vaya, qué poquita gente asistió!, ¡qué poca tirada que tiene la cultura aquí!.

Es fundamental la información. Sin ella, la gente se enterará si lo hace, casi casi, por iniciativa particular.

3:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

He pasado mucho tiempo buscando una noticia cultural(o por lo menos una nota)que me interesaba y fué imposible saber lo que quería, salvo cuando terminó, sin embargo había muchísimos artículos que me parecieron estúpidos, de esos que debían interesar a la prima del editor o algo así;y luego se llenan la boca de "cultura".

Vamos a tener que utilizar el "pásalo" que parece ser lo más efectivo

6:41 p. m.  
Blogger emejota said...

Hmmm. Lo del "pásalo" no se me había ocurrido... Gracias por la idea!

Un saludo a los dos (ferre, ya tienes las entradas Bartok?)

12:48 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nop. Ni esas ni ninguna otra. A ver si las pillo este fin de semana.

Por cierto, el Zacharias en solitario (no el de acompañamiento orquestal, por ahora) me lo pierdo... mi banda da un conciertillo y necesitan mis notas falsas para "decorar" las piezas (se ve que les da cierto carácter particular). Como decía Hannibal Smith, "me encanta que los planes salgan bien".

Aaaaaaaaadiós.

8:12 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Algo no encaja?. Mira a tu alrededor y verás si te encaja.

Verás peces que mueren por la boca, dinosaurios, Semanas de la Verdura en la Agenda Cultural, Mercadillos del lector y secciones de cotilleo.

Verás programas de deporte local elevados al cubo.

Verás que la gente que estudia fuera no vuelve.

Y nos encontraremos en la FNAC de Zaragoza en vez de en la librería Mazo.

Y lucharás admirablemente contra vientos, mareas, populismos y autocomplacencias.

Lucharás por levantar proyectos culturales desde la iniciativa privada, y por ello yo, y tres más, te estaremos eternamente agradecidos.

Cuando vayas a comprar el pan, te dirán que no pudieron ir porque no se enteraron, aunque sea mentira.

Tenemos lo que nos merecemos, pero con la suerte de tener con gente como tú, que lucha porque nos merezcamos más, arriesgando tiempo, dinero y salud, igualito que nuestros políticos y periodistas, ¿verdad?

Pues eso, salud.

3:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Con todos mis respetos,Causal:
"QUE ATREVIDA ES LA IGNORANCIA"

sALUDOS

7:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Querido anónimo: mucho más atrevida que la ignorancia es la impunidad del anonimato.

Yo expreso mi opinión, en todo caso siempre discutible con argumentos. Si piensas que me equivoco por desconocimiento, ilumíname con tu verdad. ¿No serás periodista?

8:45 a. m.  
Blogger emejota said...

No te andes con retóricas, anónimo: una cosa es estar en desacuerdo con lo dicho pero, a tenor de tus palabras, creo que en realidad no sientes ningún respeto por la persona que ha ejercido su lícito derecho a expresar líbremente su opinión, que es el mismo derecho que te permite expresarte libremente aquí, faltaría más.

Te aseguro que esa falta de respeto me duele más que el que me llames ignorante, porque entiendo que yo también lo soy dado que pienso lo mismo.

Comprendo que por trabajar en un medio de comunicación una persona se pueda sentir aludida (con razón, desde luego) y comprendo que cuando nos ponen el dedo en la llaga nos duela. Pero entonces tenemos dos opciones: una, que es la que nos honra, asumirlo o cuestionarlo en un debate, y dos, dar una pataleta sin argumentar(una vez más). Allá cada cual.

En lo que a mí respecta, y una vez dejada constancia de lo paradójico que resulta que alguien que se muestra en un medio de comunicación utilice el anonimato para esconderse (no seré yo quien te delate, por respeto al respeto que tú no muestras, así compensamos, aunque ahí está el registro estadístico pormenorizado, hora, empresa, número de comentario posteado, etc) tenemos ahora dos opciones: o poner el punto final o entrar en un interesante debate que a la audiencia (que compartimos) quizá le pueda resultar muy interesante en los detalles. Pero da un poco de pereza, no sé.

11:51 a. m.  

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