14 mayo 2006

Entrevista

EMEJOTA: Buenas noches, emejota.
emejota: buenas noches.
M.J: perdone el retraso, pero no contaba con que me iba a llamar a estas horas.
m.j: no se preocupe, yo tampoco lo sabía. Si quiere lo dejamos para otra ocasión...
M.J: no, no, por mí no hay problema; además, llevaba tiempo intentando concertar esta conversación pero es usted una persona muy ocupada.
m.j: más bien yo diría que preocupada.
M.J: ¿Y por qué?
m.j: pues no lo recuerdo bien, la verdad, yo creo que siempre ha sido así.
M.J: ¿Ya empezamos con evasivas?
m.j: en absoluto. Oiga, ¿sabe usted que en las primeras películas de Almodóvar aparecía una actriz con el nombre de Eva Siva?
M.J: la verdad es que no, pero tampoco creo que ese dato pueda aportar gran cosa a esta conversación.
m.j: no crea: a mí me preocupó bastante cuando dejó de aparecer.
M.J: ¿Tan atractiva era?
m.j: la verdad es que era un poco cardo, pero me pregunté si se habría muerto de cáncer o algo peor.
M.J: usted tiene tendencia a ver siempre el lado catastrofista de las cosas. ¿No se ha parado a pensar que a lo mejor se casó?
m.j: ¿y esa posibilidad le parece menos catastrofista acaso?
M.J: disculpe pero el que hace las preguntas soy yo.
m.j: tiene razón, perdone. ¿Le apetece un trozo de bizcocho untado con nocilla? No le he ofrecido nada.
M.J: gracias pero no debería, la línea, ya sabe.
m.j: sí, la línea, ya sé.
M.J: ¿Nos va a decir finalmente lo que ocurrió el jueves por la noche?
m.j: el jueves, el jueves...
M.J: le refresco la memoria, no se preocupe. El jueves usted salió a cenar y algo debió ocurrir para que no pudiera reprimir el llanto mientras regresaba a casa.
m.j: se olvida decir que encima del paraguas llovía.
M.J: eso es accesorio.
m.j: quizá para usted, pero yo le doy mucha importancia a los detalles.
M.J: y yo también; por eso precisamente me gustaría preguntarle, ¿qué ocurrió exactamente?
m.j: en realidad, nada distinto a lo ocurrido en la cena de hoy, con Mila, Javier, Raquel e Iván en la cual, por cierto, me he reído mucho. Y sin embargo me siento igual.
M.J: pero no ha llorado.
m.j: no; tampoco ha llovido.
M.J: me parece que no lo entiendo.
m.j: yo tampoco, ese es el problema. En realidad creo que he entrado en crisis.
M.J: ¿y sabe la causa de esa crisis?
m.j: no tengo ni idea. Reconozco los efectos pero no la causa o las causas.
M.J: ¿Y qué efectos son esos?
m.j: variados, pero quizá uno de los más destacados es que me siento emocionalmente desbordado y eso hace que me paralice y me cueste expresarme, sobre todo por escrito. Mire, de pronto me siento delante de este blog y no sé qué hacer y me agobio un poco.
M.J: a lo mejor es que no tiene nada que contar.
m.j: justamente lo contrario.
M.J: ...y no le sale.
m.j: eso es. Y de alguna manera lo necesito. En realidad, si he de serle sincero, por eso le he llamado a usted.
M.J: si lo he entendido bien, me ha llamado a estas horas para que consiga que se exprese mediante las respuestas a mis preguntas.
m.j: efectivamente.
M.J: curioso.
m.j: si usted lo dice...
M.J: ¿Qué siente en estos momentos?
m.j: algo parecido a una tristeza espesa y una sensación de pérdida.
M.J: ¿ha perdido algo o a alguien recientemente?
m.j: que yo sepa no, pero es como si hubiera ocurrido algo así. De hecho, llevo unos días sintiendo una extraña sensación de soledad.
M.J: pero usted es una persona acostumbrada a eso.
m.j: ya, eso es lo raro: que estando acostumbrado, me sienta solo. Y lo que es más: que me sienta solo no sé de qué o de quién.
M.J: la verdad es que tiene usted una personalidad algo paradójica: es un solitario que, sin embargo, encuentra en la comunicación pública una necesidad esencial, bien entre las amistades, bien entre públicos numerosos en el desempeño de sus funciones profesionales.
m.j: cierto, pero luego necesito volver a mi territorio, solo. Hay una parcela que es privada y que prima sobre las demás cosas.
M.J: no me saldrá misántropo a estas alturas.
m.j: al contrario. Si me permite la cita unamuniana...
M.J: adelante, adelante.
m.j: pues quítese de en medio porque el libro está detrás de usted. Gracias. Mire, dice: "mi amor a la muchedumbre es lo que me lleva a huir de ella. Al huirla la voy buscando."
M.J: no sé qué decir, la verdad.
m.j: pues no diga nada, pero hágame el favor de volver a colocar el libro en su sitio, así no me levanto.
M.J: corríjame si me equivoco pero al oirle he recordado lo suyo con las ventanas. Usted da mucha importancia a mirar a través de las ventanas. Afirma que mirando a los transeuntes se aprenden muchas cosas.
m.j: y es verdad. Yo llevo mirando a través de la ventana del salón la mitad de mi vida y tengo la teoría de que cuando observas a una persona que camina distraída captas detalles que en la cercanía pasan desapercibidos. En la cercanía las personas expresamos otras cosas, no digo que más verdaderas o más falsas, pero sí otras distintas.
M.J: ¿alguna vez ha sentido un interés especial por alguna de las personas que ha contemplado a través de la ventana?
m.j: sí, en tres o cuatro ocasiones; sobre todo aquellas personas que ves con frecuencia. Llegas a aprenderte sus horarios, es como la llegada de un tren, permítame la comparación.
M.J: interesante. Y dígame, ¿alguna vez ha sentido la tentación de saber algo más de esas personas?
m.j: claro, le confieso que en alguna ocasión hasta me he llegado a hacer el encontradizo.
M.J: ¡Qué me dice!
m.j: no me haga sentir un bicho raro, por favor.
M.J: ¿Y ha llegado a establecer contacto...?
m.j: nunca. Mire, en realidad, el cristal es una barrera; miras y proyectas algo en alguien: conocer a esas personas rompería el morbillo generado por la especulación. Es un juego interesante, no se crea.
M.J: pero puede que al conocer a esas personas se encuentre con algo verdaderamente interesante, y digo "verdaderamente" en el sentido literal.
m.j: no digo que no.
M.J: sin embargo, usted disfruta mucho con el contacto directo...
m.j: sí, disfruto mucho con mis amigos. Y en el trabajo disfruto mucho comunicando emociones ante un público numeroso, soy una especie de voyeur algo exhibicionista...
M.J: casi nada.
m.j: ... pero en el trato personal, prefiero la intimidad del tú a tú antes que los grandes grupos.
M.J: esta noche usted ha cenado con un grupo.
m.j: sí, pero no era numeroso.
M.J: ¿quiere decir que si hubiera sido más numeroso...?
m.j: no habría ido a esa cena.
M.J: ¿y qué excusa habría puesto?
m.j: ninguna, hace años que soy muy sincero. Los que me conocen ya saben cómo soy. Recuérdeme que en otro momento le cuente lo de que desde que decidí ser sincero me empezó a subir la tensión.
M.J: lo anoto.
m.j: sí, anótelo. Como decía, cuando me invitan a cenar (cosa que ocurre muy pocas veces) suelo preguntar si se trata de una cena sinfónica o de cámara.
M.J: melódico eufemismo, si me lo permite. ¿Y por qué no se siente cómodo en una cena "sinfónica"?
m.j: quizá por el ruido de timbales. Ahora en serio, antes era muy crítico conmigo mismo...
M.J: y lo sigue siendo.
m.j: no me interrumpa, por favor, que pierdo el hilo. Yo antes era muy crítico conmigo mismo y hubo un tiempo en que pensé que todo se debía a un problema de ego.
M.J: me he perdido.
m.j: camine hacia la luz, no es tan difícil: cuanta más gente, menos visible eres, menos protagonista. Pero aunque quise creer que esa era la causa, terminé por claudicar. Esa no era la causa.
M.J: ¿y por qué entonces ese empeño en creer que era un problema de protagonismo?
m.j: sencillamente, por buscarle una explicación. Me incomodan las incertidumbres. En realidad creo que en un grupo numeroso nos comportamos de una manera distinta: somos "menos" nosotros que en otras circunstancias. A mí me estimulan las múltiples posibilidades que ofrece el contacto cercano, cómplice. De la otra manera las energías se dispersan.
M.J: me ha llamado la atención un paréntesis que ha pronunciado antes: "Cuando me invitan a cenar (cosa que ocurre muy pocas veces)". ¿No suena a reproche?
m.j: de verdad que no. De hecho, a veces es una suerte.
M.J: pero hoy ha dicho que se siente solo.
m.j: sí, pero me sentiría igual o peor con mucha gente alrededor.
M.J: pero usted es una persona sociable, no le cuesta relacionarse...
m.j: eso no tiene nada que ver.
M.J: ¿por qué dijo una vez que tenía miedo a enamorarse?
m.j: siguiente pregunta.
M.J: permítame que insista, ¿usted se ha enamorado alguna vez?
m.j: "quien lo probó lo sabe". Contéstese usted mismo.
M.J: yo creo que sí.
m.j: muy sagaz. Bravo.
M.J: no sea tan mordaz. Oiga, la verdad es que tengo la sensación de que esto no ha terminado de arrancar; quiero decir que hemos empezado a hablar y no hemos llegado a nada concreto.
m.j: lógico, ya le he dicho que me cuesta expresarme en momentos así. Disculpe si le he hecho perder el tiempo.
M.J: para nada, de hecho, si me lo permite, me gustaría repetir la experiencia con una pauta previamente determinada. Creo que han despuntado muchos temas que merecerían un desarrollo, pero es que hoy me ha pillado viendo la tele...
m.j: ¿le interesaría llevarse una película siberiana?
M.J: ¿Siberiana?
m.j: al menos lo parece.
M.J: pues ahora que lo dice, desde que he entrado me ha llamado la atención esa copia de "La carrera del siglo".
m.j: ay, no me ponga nostálgico además pero llévesela, ande.
M.J: Muchas gracias, ¿algo que añadir antes de terminar?
m.j: ¿puedo saludar?


8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"Lo que emejota dijo a EMEJOTA". Maravillosa entrevista. Genial. Un abrazo.

12:38 p. m.  
Blogger emejota said...

El "mérito", en todo caso, es para EMEJOTA, pero muchas gracias.

Un abrazo.

7:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sólo un introvertido es capaz de hacerse "autoterapia"...
Magnifico perfil, que podría incluirse en cualquier guión cinematográfico de W.Allen

sl2

8:12 p. m.  
Blogger emejota said...

Hola Fernando,

en realidad no me considero introvertido porque soy muy expresivo en cuanto a la manifestación de mis sentimientos. En todo caso soy introspectivo porque me gusta bucear por dentro a ver qué me encuentro (o por si me encuentro).

Creo que a EMEJOTA le agradará saber lo del perfil.

Un abrazo

2:39 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No sé si es EMEJOTA o emejota, pero uno de los dos escribe diálogos muy bien.
salud.

10:38 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola! He puesto lo de la entrevista en papel para poder leerla otra vez con calma en casa. Una cosa es cierta, lo que te queria decir hoy, en complemento a mi primer mensaje, se encuentra ya adentro... por ejemplo lo de que en la cercania expresamos otras cosas. Sin el blog, te hubiera conocido de manera totalmente distinta. Un abrazo para hoy. Espero que no llueva ya ni adentro ni afuera, aunque las lagrimas tambien pueden ser buenas.

3:36 p. m.  
Blogger emejota said...

es EMEJOTA, causal. Viene por aquí a menudo pero la otra noche dio la casualidad de que el blog estaba abierto y por eso se nos escuchó todo.

Un abrazo

11:42 p. m.  
Blogger emejota said...

Hola Lucienne! Hoy ha vuelto a llover mucho por fuera (pero por dentro no). Las lágrimas pueden ser buenas, es verdad, de hecho éstas lo eran, pero hay llantos que te marcan no tanto por llantos sino por lo que vienen a decirte al oído.

Un abrazo.

11:53 p. m.  

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