07 junio 2006

Calor

La visita a la psicóloga ha sido apasionante. Y larga. Tres horas. Visto desde el punto de vista del negocio creo que no le salgo rentable pero este dato dice mucho de lo que verdaderamente le importa, que en este caso soy yo. Sí, ha sido muy interesante y reconfortante escuchar esa firmeza y al mismo tiempo ese calor que desprendían sus comentarios ante mis palabras. La firmeza se necesita para conseguir salir del bache; el calor se necesita para arropar e inspirar confianza en la tarea de recuperar la confianza perdida. Conseguir el punto justo de equilibrio es una de las cualidades que tiene la persona ante la que he estado hablando. Hoy me he dado cuenta de que me falta calor humano, lo echo en falta, necesito un poco más de calor humano aunque me conformo con un poco. Me he dado cuenta también de que he dado calor hasta quedarme frío y que no me importa porque esa es mi forma de ser aunque ahora tenga la batería descargada. A la salida me he dado un paseo porque la noche estaba preciosa y me sentía tranquilo, sensación ésta que a veces se me olvida. Y ahora sigo tranquilo pero cansado porque han sido tres horas intensas. Creo que voy a descansar bien. Buenas noches a todos.


5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Espero q aceptes ese calor humano cuando alguien esté dispuesto a dartelo o más bien "necesite dartelo".
Yo tengo un amigo, que ha dado tanto calor que se ha quedado congelado.
Está tan congelado que: Mira pero no vé, oye pero no escucha, no escucha ni la llamada de su propio corazón, que grita por miedo a no descongelarse jamás.

¡Me alegra saber que estás mejor!
Un abrazo.

2:34 a. m.  
Blogger Indianguman said...

Hola! vagabundeando he descubierto tu rinconcito y me he apasionado leyéndote, enterándome de tu vida, tu música, tus cajitas azules, tu honestidad.

Te mando un abrazo desde Finlandia, donde el calor no abunda :)

4:33 p. m.  
Blogger emejota said...

Hola st:

Las personas aceptamos el calor humano. Pero el tema de los sentimientos es muy complejo. Dices que tienes un amigo que mira pero que no ve pero, ¿realmente tenemos razón al decir que no ve o pensamos que no ve porque no mira en la dirección que nosotros queremos? Y la dirección en lo que nosotros miramos ¿realmente estamos seguros que es la conveniente, para nosotros mismos y para nuestro amigo?

Dices también que no escucha la llamada de su propio corazón; yo creo que todos escuchamos la llamada del corazón: a sus solas, nadie se engaña, como dice el dicho popular. Evidentemente, a veces podemos equivocarnos. Pero mi particular experiencia me dice que el corazón no se equivoca mucho (aunque cuando lo hace lo hace a fondo). En realidad el corazón es sabio.

Muchas gracias.

Un abrazo

2:59 p. m.  
Blogger emejota said...

Hola Indianguman y bienvenida a "La Idea del Norte" (aunque ya estás en el Norte)

Me alegro de que tu visita haya sido grata, vuelve cuando quieras. Mi honestidad: es lo poco que me queda intacto, blanco, como uno de esos paisajes nevados en los que todavía no ha pisado nadie. Que siga así.

Si no tuviera tanto pánico a los aviones (y al ruido que hacen, es una fobia muy rara!) yo iría por esas tierras. Finlandia. Qué resonancias tan bonitas tiene esa palabra: Finlandia...

El calor no abunda en las tierras, sino en el corazón de las personas.

Un abrazo.

3:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y un mes después... ¿Cómo sigues? :)

8:57 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home