Vredaman
Hoy junto al periódico había un libro. A veces pasa. Otras no. Lo normal es que esté el periódico solo pero hay días que Anabel pone un libro a su lado. Al lado del periódico. Cuando eso pasa es que ella sabe que el libro me está llamando. Eso lo sabe. Anabel. El libro que había hoy junto al periódico es el último de Unai Elorriaga y me he puesto muy contento.
Unai Elorriaga tiene dos libros muy bonitos. Este es el tercero. Seguro que también es bonito. El tercer libro. Unai escribe frases cortas y repite trozos de esas frases después, más cortas todavía. Y eso se te pega. Lo de Unai. Puedes escribir un post utilizando frases cortas y repetir trozos después. Puedes repetir trozos. De frases cortas. Lo que pasa es que no puedes hacer de Unai. Sólo Unai es Unai y por eso cuando escribe un libro nuevo me entra una alegría tan grande que no cabe en una frase corta. Ni a trozos. Sólo cabe en una frase larga. Y aun así.
El libro nuevo empieza con esta frase:
"Las plantas, por ejemplo, no toman café con leche".
Cuando lees esta frase te sorprende y no te sorprende porque es de Unai y te la esperas. Pero siempre sonrío. Si abres el libro por otra parte pone esto:
"Hoy no hemos visto la libélula azul. Hoy no estaba; ayer tampoco. Igual está enferma. Yo también suelo estar enfermo algunas veces y no hago las mismas cosas cuando estoy enfermo y antes de estar enfermo. Antes de estar enfermo voy a la escuela; cuando estoy enfermo no. Cuando estoy enfermo lo que hago es mirar mucho por la ventana. Desde la ventana de mi casa se ve una escuela. No la nuestra: otra. Sólo de chicas. Y de monjas. Las monjas casi nunca tienen calor".
Unai escribe como si las historias las contara un niño que mira las cosas con ojos siempre nuevos y yo siempre me acuerdo de Patricia y de Raquel. Tengo que avisar a Patricia y a Raquel. Por lo del libro.
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"Vredaman", Unai Elorriaga (Alfaguara)
Unai Elorriaga en "La Idea del Norte": 10 de Enero de 2006.
4 Comments:
Que sorpresa Mariano. Lo del libro. De Unai digo. Que no me lo esperaba. Primero el tranvía. El de Unai, luego el pelo. No era de Unai. Era de un tal Sr. vanthof. Que no se si es así. El nombre digo. El del Señor. El de Unai sí me lo sé.
Bueno, que ya sé qué voy a ahcer de camino a la escuela. Que voy a ir. Pero desde mi ventana no se ve la escuela. La ventana de la escuela deja ver una torre. No la de la catedral. Otra. Con cigúeñas. Han tenido cigüeñitas...pero las cigüeñitas tampoco toman café con leche.
Hoy hace viento y no me gusta. No me gusta porque no puedo salir a patinar. En realidad sí que puedo pero no me gusta tanto. Lo que me gusta es patinar sin viento. Sin viento y con mucho sol. Igual la libélula no está mala, igual es que hace viento y está mirando por la ventana. Las libélulas no toman café con leche. Yo tampoco, a mi me gusta el cola-cao. A Mariano también.
Gracias Mariano, esta tarde ya estoy en la librería :)
Un abrazo,
Patricia
Ahora también hace viento y por la ventana se ve la casa de Raquel. Cuando no hace viento también se ve. La casa de Raquel se ve cuando hace viento y cuando no. De noche igual no se ve.
El café con leche no me gusta porque es marrón. El cola cao también es marrón pero no sabe a café con leche y por eso es distinto. A mí me gusta el cola cao a veces aunque es marrón. Patricia tiene el nombre azul y un poco naranja. Las monjas no tienen color pero algunas toman café con leche seguro.
El comienzo de Vredaman también me pintó la sonrisa, me pareció dulce, enganchante, cotidiano...Me sedecuce su forma de escribir esas frases cortas, me gustó mucho el del Tranvía...Sólo me falta leer el del flequillo...
voy a seguir tomando mi café con leche verde...como dice Martiña es más sabroso...
Besos
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