06 abril 2007

Pasión

No consigo encontrar una interpretación satisfactoria de los Officium de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria. Los graban y los vuelven a grabar agrupaciones corales de voces impolutas pero no escucho en ninguna de ellas el latido. Casi todas llevan en volandas las líneas melódicas que tejen esos contrapuntos maestros, quizá porque si frenan un poco se nota un vacío incómodo. Y en mi modesta opinión, el problema reside en que todos piensan sólo la música cuando la música aquí nace, sirve y completa al texto. Aquí es el texto el que ilumina esta música milagrosa como pocas. Ese es el secreto.


1 Comments:

Blogger Unknown said...

Pues te voy a buscar versiones a ver si hay suerte

9:49 a. m.  

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