06 agosto 2007

Candidato

Ha dimitido el candidato después de marear la perdiz ni sé ya la de tiempo. Hay argumentos de sobra para echar en cara tanto al político de aquí como al de allí aunque sean distintas las razones que esgrime cada uno; y eso ya es el colmo: que lo mires del lado que lo mires, la cosa da para atrás. El señor de allí se esfuerza en dejar claro que no se actúa teniendo en cuenta intereses partidistas locales a corto plazo pero lo que no dice es que se actúa teniendo en cuenta intereses partidistas generales a largo plazo (las elecciones del año que viene) por lo que, en primer lugar, viene a tratar de tontos a los votantes y, en segundo lugar, viene a evidenciar que no todos los votantes cuentan lo mismo.

Mientras tanto, el señor de aquí ha dicho y desdicho (con desdicha) hasta varias veces en un día y como lo que le importa es su responsabilidad para con el electorado, anuncia que se marcha, sin turno de preguntas, eso sí, y antes de que empiece el colegio. Tengan razón sus razones o no la tengan, en política al final lo que queda son los hechos, y los electores que han depositado en él la responsabilidad de representarlos en el Parlamento se verán representados ahora por un señor al que igual ni conocen.

Lo más vergonzoso de todo es que lo único que les une a ambos políticos es su ansia de poder a costa de los intereses de los ciudadanos que, como ha quedado de manifiesto por si todavía alguien lo dudaba, no cuentan. Ese rollo de que la soberanía reside en el pueblo ejercida mediante las urnas es un cuento chino porque votas a los individuos que te impone una lista, así, en lote, y no a las personas que el pueblo considera apropiadas. De paso, nadie garantiza que luego los de una lista y otra hagan cócteles de todo tipo ante tus narices.

El político de allí explica sus razones y el político de aquí hace lo mismo con las propias. Y no sé qué es peor, que cada uno quiera hacer creer que lo suyo es por nuestro bien, o que se lo crea a sí mismo. Qué repugnantes los verdaderos intereses que mueven a la política y a los políticos.


3 Comments:

Blogger Unknown said...

Politica al fin y al cabo...

8:16 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues llevas toda la razón, mj.

A propósito del tema, ¿estás al tanto de esos movimientos (partidos) nacidos al calor de la *intelectualidad* catalana y ahora vasca (Ciutadans, PlataformaPro...)?

Al margen de otras cuestiones, una de sus propuestas es la reforma de la ley electoral, previsiblemente para imponer un sistema de listas abiertas y más cercano a la representatividad *unhombreunvoto* de la circunscripción única (eso he querido entender yo). ¿Cómo lo ves?

3:19 p. m.  
Blogger emejota said...

Pues lo veo poco, francamente. Soy bastante escéptico ante este tipo de iniciativas dado el poder de la maquinaria de los grandes partidos. Por otra parte, lo visto en Ciutadans últimamente no es para echar cohetes, creo.

A veces me asalta la inquietante sensación de que en política todo responde a un guión previamentee establecido entre los dos grandes bloques, gobierno y oposición, y representado ante la audiencia cual reality, con escenificación de crisis, pataletas, ataques, réplicas, etc. Ocasionalmente el guión da cancha a pequeños satélites a la manera de extras (los pequeños partidos) que dan un poco de juego y a la secuencia siguiente salen por la puerta del lateral. No sé, es inquietante.

11:35 p. m.  

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