Desayuno
Desayuno de trabajo con Eva y Cola-Cao para empezar la semana.
Tenemos muchos compromisos a la vuelta de la esquina. El primero de todos, la nueva edición del Ciclo de Música de Cámara. Organizarlo es complejo (coordinar agendas de los músicos, contactar con patrocinadores, organizar rueda de prensa), pero es un formato en el que me siento muy cómodo: dispongo a los músicos en un entorno poco convencional y me siento a dialogar con ellos con el público de testigo. Lo que pasa es que en vez de estar sentados ante un café lo hacemos ante el atril y con los intrumentos en las manos. Ejerzo de mediador entre los músicos y el público, que tiene oportunidad de asistir a momentos que, por lo general, pasan desapercibidos, como, por ejemplo,la afinación de los instrumentos mientras explicamos el proceso y su importancia y atendemos a la scordatura del cello barroco por exigencias del guión o mimamos a la tiorba colocando las piezas del programa de manera que su voz no se resienta demasiado.
Luego tocamos una melodía con un violín barroco y después la misma con uno moderno y casi que sobran las palabras. Y entonces hablamos de lo que se va a tocar. Dado que los músicos suelen ser parcos en palabras, me interesa sonsacarles cosas acerca de cómo han abordado su trabajo, sobre la estrategia para afrontar las obras, que de dar las pinceladas al argumento de las piezas ya me encargo yo. Y finalmente suena la música: no más de 30 minutos. Para cuando eso ocurre, el público ha establecido una conexión y una complicidad tanto con los músicos como con las obras. Y funciona.
Este año, el hilo conductor es la idea del contraste: de las delicadezas del XVII italiano a la "Historia de un soldado" de Stravinsky, con su sonoridad de cáctus y de fábrica de metal, que va ser "historia" de verdad porque la vamos a representar. En algún lugar de este blog de cuyo nombre no me acuerdo en este momento ya dije que me toca hacer de soldado. Estos días estoy ensayando ante el espejo. Me transformo. De verdad.
El caso es que una vez terminados los asuntos de trabajo nos hemos ido hacia lo doméstico, que el cola-cao quemaba mucho y todavía quedaba la mitad. Al hilo del post Peter Pan de este blog le he confesado a Eva que yo escribí un libro sobre el Peter Pan que conocí. ¿De verdad? De verdad. Lo tengo en el cajón y ocupa 182 páginas. Lo más difícil de todo fue escribir el capítulo 9, que es el que habla de su silencio. Escribí páginas y páginas que, sistemáticamente, terminaban en la papelera, y todavía estaría ahí estancado si no me hubiera dado cuenta de que, escribiera lo que escribiera, cualquier palabra iba a ser demasiado ruido para describir un silencio tan hermético como el que, en ocasiones, se apoderaba de él (el silencio era la sombra de mi Peter Pan).
Al final se me ocurrió una idea que no aceptaría ninguna editorial. Pero como el libro no iba a publicarse, podía hacer lo que me diera la gana. Así que si abres el cajón y coges el libro y llegas al capítulo 9, leerás su título: "Su silencio". Y te encontraras con 8 páginas en blanco, una tras otra, la primera, le segunda, la tercera, que vienen a querer transmitir, la cuarta, la quinta, la sexta, lo impenetrable de ese silencio. Luego viene el capítulo 10, donde aparece lo de la montaña que a veces está y a veces no. Creo.
Cuando nos hemos levantado de la mesa, me he dado cuenta de que a mis espaldas tenía a los Flexos con mi amiga Patricia, que es confidente de mis amores hacia la tipografía Rotis. Que yo sepa, les unen tres cosas: los tres son diseñadores gráficos, los tres son muy buenos en su trabajo y los tres son lectores de este blog. Como soy un poco cotilla, para qué negarlo, me he quedado con la mosca tras la oreja. ¿Qué estarían tramando en aquella reunión vectorial?
Por cierto, el cola-cao me ha sentado fatal al estómago.
12 Comments:
Hola Emejota.
La verdad es que la reunión no tenía otro fin que el de saludarnos y charlar un rato, ya que hacia bastante tiempo que no nos veíamos. Hemos hablado de CMYKas, de RGBes y de curvas bezier, pero en cuanto has aparecido la conversación ha dado un giro para tratar única y exclusivamente sobre 'La Idea del Norte'. Algún día tenemos que tomar el café los cuatro, y compartir en persona alguna de las cosas que cuentas aquí.
Ya verás que bien te sienta el Cola Cao.
Saludos
Buena idea lo de hacer entendder al público ciertas cosas mostrándoles el proceso. Y lo de sonsacar a los músicos (palabras, que no dinero... aunque si se tercia...) lo mismo, que parcos es decir poco. Ya me gustaría a mí que de vez en cuando las orquestas hicieran algo parecido. Vamos, si hasta el ejército tiene jornadas de puertas abiertas, donde tu subes a un tanque, te explican para que sirve ese botón de allí (no toques eso, niño, que salimos volando por los aires), les preguntas lo que sea y tratan de explicarte todo excepto los secretos oficiales (lo que me gustaría a mi subir a un submarino, oye)... en fin, si lo hace el ejército, ya podían hacerlo las orquestas. Los profesores por allí, con sus instrumentos, y vas haciendo preguntas. Pero "na de na".
Tomo nota de lo del café y para no ser menos aportaré a la charla lo de los 21 Gráficos Definidos por el Usuario del Spectrum cuya comprensión fue -es- mi gran hazaña en esto del diseño :D
Un saludo.
Hola Ferre: mostrar a la gente lo que el ritual del concierto oculta reporta muchas satisfacciones. A ellos los primeros, a mí también, claro, porque veo que surte un efecto beneficioso.
Lo de que a los músicos les cuesta hablar es bien cierto. Supongo que en parte se sienten incómodos porque están acostumbrados a hablar ante mucha gente sin articular palabra: lo hacen con sus dedos o el aire de sus pulmones. Ahí está, en realidad, la verdadera dificultad para mí. Tengo que "ganármelos", ver por dónde puedo entrar a ellos y conseguir que me den permiso. Y a veces tengo poco tiempo para lograrlo, en ocasiones horas. Ponérselo fácil y conseguir la atmósfera que les haga sentir que están a la mesa de un café contigo y no en escena ante cientos de pares de miradas silenciosas ayuda bastante. Pero el resultado merece la pena, te lo aseguro.
Un saludo
Pues sí Emejota, como dicen mis compis, esta vez nada de vectores y mucho menos de sus primos hermanos los pixels. Simplemente cargar las pilas en una mañana tristona con un cola-cao de los que sientan bien y encima en buena compañía.
¿No te han pitado los oídos después de haberte saludado y salir por la puerta?. Pero el derecho, ¿eh? que dicen que si te pita ése se está hablando bien ;) Entre otras cosas, nos hemos reído comentando que de pequeño no tenías piano en casa pero sí una pantera rosa de casi dos metros dibujada en la pared del pasillo o de que nuestras madres tampoco nos dejan ir solos al médico.
A mi lo del café-cao me parece muy buena idea. Vosotros diréis.
Un abrazo
A mi me van a hacer falta algunos colacaos para qutarme el traje de músico y presentarme en la otra faceta. me parece que el soldado me lo va a poner difícil.
Me toca esta vez estar en que lado? No lo tengo muy claro, no voy a ser MAdame Grumiaux, no voy a ser Aldonza, ni Dulcinea, ni músico ni me vas a sonsacar nada... Me gustan los retos y creo que la labor que haces es la mejor.
Como músico y como amiga. Gracias por estos ciclos
Hola Patricia! Por mí, encantado (pero trae al osito, anda) vale?
:)
Un abrazo!
Yo creo que debe haber lectores un poco confundidos con tanto lenguaje críptico :) así que vamos a puntualizar:
Raquel es más que mi mano derecha: es el brazo entero. Ha desempeñado tantas cosas y tan distintas que, para distinguirlas, le asigné una serie de personajes. Cuando la necesito de violinista acompañante para el piano de Mozart es Madame Grumiaux; cuando retomamos el Quijote de Telemann es Dulcinea y ahora le toca ser diablo en la función de Stravinsky... Y lo que venga, porque siempre está dispuesta con su mejor sonrisa y predisposición.
El colmo es que, no contento con asignarle tanto personaje, no ha contado que a veces recibe sms de mi parte mandándole recuerdos de Wanda y de la señora del sombrero rojo.
:D
Mi querida Raquel: como músico y cómo amigo, muchas gracias.
(P.D: Wanda te envía recuerdos)
Y lo que no sabe Wanda es que me encanta recibir sms suyos, y que la señora del sombrero rojo siempre pulula por los conciertos y que me encanta participar en todas estas cosas. Aún no sé si ponerle un punto_disfraz al diablo o utilizar el lenguaje de las manos para parecer maléfica...
Tu brazo derecho?? Pero si el que mueve todo eres tú! En fin y lo que debe saber todo el mundo es que a este paso vamos a ser el dúo artístico de nuestra ciudad para que el concejal "cuidao" intente chafarnos los planes pero no lo conseguirá.
Un beso enorme
... Como llegue el concejaal y os lea!!!Saludos mañaneros.
Buenos días, Gabriela: tranquila, no hay "cuidao" :D Lo del concejal cuidao es algo así como una expresión que se refiere a uno y, al mismo tiempo, a (casi) todos los concejales del mundo mundial. De todas formas, si alguno se da por aludido, por algo será, digo yo...
Besos
¡Hola! soy el concejal y tomo nota MJ(¡¡¡¡anda, si rima!!!!!!).
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