13 octubre 2005

Fecha

Hoy hace 24 años que murió mi padre. Tenía yo 11 años. Comenzó a sentirse mal a primera hora de la tarde y el médico avistó la llegada del infarto por lo que ordenó su traslado inmediato al hospital. Mi padre se negó a los requerimientos insistentes del médico y de mi madre. Durante muchos años quedó flotando en la incertidumbre familiar la razón de esa terquedad, de esa obstinación.

Yo sé la respuesta: mi padre quiso esperarme. Llegué del colegio a media tarde con la mochila a la espalda y el catarro en la nariz y entonces dijo que sí, que ya era la hora de marchar. Me recuerdo en un extremo del pasillo contemplándolo salir con el paso vacilante y el pelo alborotado a un lado ayudado a ambos lados por mi tío y por el médico mientras mi madre le ponía una bata sobre los hombros. Al verme hizo el esfuerzo de erguirse y sonrió. A los 11 años hay detalles que te impresionan como si tuvieras todos los años. Al llegar a mi lado hizo ademán de inclinarse para lo que yo pensé que iba a ser un beso, pero el beso trajo un mensaje secreto que se deslizó, susurrante, al oído. Me encomendaba el cuidado de la cosita que en ese momento dormía en una cuna. La comitiva siguió lentamente al ascensor y yo sentí la voz de dentro decir con una firmeza absoluta: no va a volver. Cuando la puerta del ascensor se abrió se giró para mirarme y me guiñó un ojo. Y la puerta se cerró. Creo que en ese mismo instante tomé conciencia de que, de golpe, me había hecho mayor.

El caso es que, durante estos 24 años, he intentado estar a la altura del encargo, con mis propias vicisitudes, que no han sido pocas, con mis aciertos y mis errores, que habrán sido muchos, desde luego, pero todo hecho con la mejor intención. Y el destino ha querido que estos días -hoy- esa persona lo esté pasando verdaderamente mal. De este trago estoy aprendiendo muchas cosas a una velocidad que me sobrepasa. Por ejemplo: ayudar es muy difícil. A veces el corazón te hace meter la pata, y cuando crees estar dando un empujoncito de ánimo lo que consigues es que la otra persona tropiece y se caiga, o a veces se te salen las palabras de ánimo a borbotones y no entiendes que el mejor bálsamo en algunos momentos es, precisamente, la ausencia de toda palabra, que parece mentira, sabiéndolo como lo sé bien en propia carne. Qué complicado es todo. Si todo fuera más fácil, si de uno dependiera solucionar el trago amargo de los otros, si todo se arreglara con un chasquido de los dedos y un deseo pedido a la estrella fugaz que pasa por allá arriba mientras alguien llora aquí abajo. Pero las cosas parecen empeñarse en no ser tan sencillas.

Este post ha nacido empeñado en ser triste, pero yo no le voy a dejar que se salga con la suya. Yo seré débil y vulnerable, vale, y puede que haya sido un ingenuo hasta que he descubierto que ayudar no es fácil, aunque lo desees con todo tu corazón, aunque pongas el alma en ello, mientras el sobrino se te escapa a gatas por el pasillo, en la radio te tomen el pelo con el olor de los libros, te eches cuatro risas con Raquel mientras ensayamos la obra de Stravinsky y un alumno te llame en el peor de los momentos para decirte que estudiar fuera de casa es duro y que necesitaba oir una voz alegre y tengas que hacer de tripas corazón. Pero hay algo que no se me olvida.

Yo tengo que cuidar a alguien. Hice la promesa. A veces se me van las fuerzas pero hoy, precisamente hoy, he decidido que voy a ser, por una vez, verdaderamente valiente o, por lo menos, optimista. A lo mejor los problemas no se resuelven, pero nada importará mientras quede el calor de la palabra de apoyo, el silencio cariñoso, la mirada cómplice, la seguridad de que hay alguien que está siempre ahí, por si acaso. Que no estamos solos, vaya. Que no estás solo, ¿me oyes?


14 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"No quiero estar libre de peligros, solo quiero valor para afrontarlos" - Marcel

Ánimo, esperanza y amor para fortalecer esos momentos de complicidad.
Un abrazo en este día tan especial.

6:15 p. m.  
Blogger Magda Díaz Morales said...

Mariano, que te puedo decir... tengo a mi padre sumamente delicado de salud desde hace casi dos años, una enfermedad que no tiene retorno, y a veces quisiera ayudar de mil formas posibles, las que hubiera, y quizá lo consigo, quizá no, lo esencial es, a mi parecer, hacer lo que uno considere mejor para la persona que se desea ayudar. Si tu papi te dijo eso es porque sabía todo lo que aqui cuentas, seguro no te pedía más.
Que hermoso ser humano has podido transmitir a través de tus palabras sobre tu padre. Vaya a ti un gran abrazo y me da mucho gusto que hayas decidido ser optimisma, excelente.

7:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No sé qué decir, así que mejor sólo digo: un abrazo, emejota. O como dicen en mi tierra: un apapacho.

8:05 p. m.  
Blogger Unknown said...

jo....yo no lo sabía... Tienes toda la razón, ayudar es muy difícil pero simplemente con esa actitud creo que demuestras la mejor de las ayudas. Es tender la mano para que otro la coja, prestar un oído atento para quien lo necesite, una mirada tranquilizadora, acogedora que nos haga sentir que no estamos solos. Un silencio vale más que mil palabras y a veces solamente el hehco de levantar la mirada y encontrar la de una gran persona a tu lado te hace ver las cosas con otra luz.
Un beso enorme...

10:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Dicen algunos entendidos que una manera de evitar el sufrimiento es aceptar las cosas como vienen, porque de todas las experiencias se aprende (¿aprender para qué?, me pregunto). Yo aún no he aprendido a hacer eso, y no creo que tenga tiempo suficiente en esta vida para aprenderlo ni entenderlo. Supongo que los malos momentos hacen apreciar más intensamente los momentos felices. Pero mientras,ya te imaginas lo necesaria que se hace la gente a la que quieres en lo malos momentos, y lo agradable que es tenerla a tu lado también en los buenos momentos, porque los buenos momentos son buenos, muchas veces, también gracias a que están ellas. (Por Dios, qué lio :D). La acertada frase de Marcel que apunta fflaquis, es a lo único que nos podemos agarrar mientras que no entendamos por qué las cosas vienen como vienen...

11:45 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

emejota, estoy seguro de que cuidas perfectamente de aquella pequeña personita que dormia en la cuna cuando sucedio aquella tragica tragedia.
A la vez puedo asegurar que eres una persona muy fuerte, y que yo en tu pellejo no seria ni la mitad de valiente.

Supongo quien es la personita de la que hablas, y la conozco. Es buen chaval, no lo dejes ni un minuto, el te necesita. Supongo que algún dia sabrá agradecerte todo lo que haces por el.

Ánimo, un abrazo.

11:32 p. m.  
Blogger Jeremy Fox said...

Emejota, ser como eres es el mejor regalo que puedes hacerle a tu gente. Una vez más me has dejado sin palabras.

Un abrazo.

11:40 p. m.  
Blogger emejota said...

No me avergüenza decir que vuestros comentarios me han hecho llorar. Me vais a permitir que esta vez os conteste a todos a la vez, porque a todos os quiero dirigir las mismas palabras, que son las que llevan las gracias desde el fondo del corazón.

Un abrazo.

1:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hace ya 5 años en otro ascensor, yo tambien escuche lo de "no va a volver", he de decir que mi padre quiso que yo fuera el que le acompañara en ese ultimo viaje que separaban los 8 pisos de aquella ambulancia(por cierto, como jode que la gente se arremoline a su alrededor como si fuera la alfombra roja de los oscars).
También fue momento de promesas con un "cuida de tu madre" y un apreton de manos que aún me acompaña en los dias de "hoy me siento solo".
Mi deseo mas oculto, es que dentro de muchos años, haya alguien que me de la mano en ese ultimo ascensor, y un oido dispuesto a escuchar esa ultimo deseo.
Un abrazo desde la radio.
! suerte en tu proxima batalla, soldado¡

12:06 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ayudar es lo más dificil que nos pueden encomendar,hazlo con compresión,y cariño,ponte en el lugar del otro, y no pidas nada a cambio la ayuda es generosa.Eres la persona adecuada para ayudar a cualquiera,tu padre te conocia bien.

1:46 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Desconozco que le pasa al pequeño que estaba en la cuna,pero supongo que no esta pasando su mejor momento.Los fracasos son posibilidades para buscar otras cosas,tanto en el tema laboral,personal,afectivo,etc.Si tiene salud,todo lo demás llegará .( cuando una puerta se cierra,otra espera ser abierta )

7:08 p. m.  
Blogger emejota said...

¿y cómo saber si se es la persona adecuada para ayudar a alguien? Sigo confuso... Pero gracias, de verdad.

Anónima: el que no tiene salud soy yo, así que ya ves qué ayuda (lo digo en tono irónico, que conste, aunque es verdad!)

A Javier ya le he contestado en persona, que tengo la suerte de tenerlo cerca.

Un abrazo a todos.

2:47 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No he podido resistir expresar aquí lo que yo he sentido, lo que yo he vivido y de lo que yo he sido testigo en la distancia de una persona a la que han abatido las mayores y más crueles atrocidades.

Digo bien, las mayores y más crueles atrocidades, cómo sinó se puede describir a la traición de un amigo ? al abandono de ese amigo ? a la espalda dada a ese amigo al que desinteresadamente le das todo ? al olvido de aquel amigo por el que tú siempre te has preocupado y mirado anteponiendo su bienestar a tus intereses ? Y qué tiene que sentir una persona cuando a su alrededor esa pesadilla se generaliza con aquellas personas que "jamás te harían eso .." y miran a otra parte por no ver el dolor, dolor que su irresponsabilidad creó, pero que es más fácil ignorar.

Yo puedo decir con orgullo que fui compañero de cuna de aquella cosita. Y con orgullo que él siempre me sacó de infinidad de agujeros, debilidades, miedos y temores. Nunca dudó en tirar de mí.

Con orgullo y envidia sana puedo decir que siempre envidié y quise para mí aquella capacidad de volver a erigirse después de aquel bache tan duro, de aquella caída y de aquel agujero en el camino.

Porque en nuestra vida lo presencié y lo admiré. Y porque ahora sé que aunque él esté rodeado de la peor pesadilla y en el fondo de un oscuro agujero; una vez más se va a levantar.

Porque te tienes que volver a levantar. Porque siempre lo has hecho y porque ahora más que nunca debes hacerlo. Porque yo he visto que cuando has tenido 3 pies encima pisándote, tú te has levantado por 4 de ellos.
Y porque ahora tenga 10, 12, los que sea .. tú pasarás por encima de todos ellos. Porque lo llevas dentro y porque está en tu naturaleza.

Y yo, tu amigo, más que nunca necesito verlo. Porque los que tienes alrededor, a nosotros que nos pides tranquilidad y respeto por una soledad que nos exiges, esperamos que te levantes como nunca y culmines el sueño realidad que creaste.

Porque aunque ahora sea una pesadilla, tú y solo tú tienes las armas y fuerza para volverla al sueño que fué.

Y porque yo te conozco, te conozco bien desde aquellas cunas .. y sé que te da igual tener 3, 4, o 20 delante porque siempre buscas la forma y eso lo sabes.

Yo he sufrido desde la distancia el ejemplo más crudo y despreciable, de como se puede sacar provecho de alguien, alguien que no dudó en ofrecer ilusión por el simple hecho de esperar esa sonrisa.

Y cuando no se pudo seguir ofreciendo cómo fue apedreado y atormentado con tanta palabrería sucia y castigadora. Y lágrimas en los ojos tengo cuando expreso que NADIE podría aguantar esa (perdón por la expresión) MIERDA, de la que yo he sido testigo.

Pero él una vez más lo hará. Y cuando lo haga yo estaré allí de nuevo con él.
Porque es mi amigo.
Porque él lo haría.
Y porque YO LO ADMIRO.

Buenas noches a todos.

6:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

hola a todo el mundo .No se muy bien como empezar,ni por donde.Pero se ke este es el lugar adekuado,porke aki esta la gente ke le kiere .La gente ke estuvo ahi incluso en la distancia cuando el decidio bajarse del mundo.No se muy bien que sucedio pero de lejos puede sentirse el dolor y la rabia ke aquello le dejo.a su madre y hermano en especial ke tuvieron ke ver como despues de alcanzar su sueño se derrumbaba por la falta de escrupulos de akellos ke interesadamente entonces se llamaban amigos ,.Su hermano siempre atento y protector.Su madre complice y amiga pero siempre madre.Y a ese amigo de la infancia ,ese amigo especial ke nunca dejo de serlo.Es a ellos ke kiero agradecerles ke le cuidaran ke le mimaran y le protejieran...lleva apenas unas horas,unos dias en mi vida pero es el mayor regalo ke el cielo pudo haberme hecho y kiero daros las gracias por cuidar de un Angel .MI ANGEL

11:42 a. m.  

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