15 diciembre 2005

Casualidad

Enid BlytonHoy me ha pasado una cosa muy rara. Durmiendo, he tenido un sueño en el que me veía a mí mismo de pequeño leyendo un libro de "Los Cinco", de Enid Blyton. De pequeño me los leí todos de tirón. Se los cogía a mi hermana, que tenía la colección completa, y me lo pasaba en grande: esa prima Jorgina tan rebelde y empeñada a toda costa en ser Jorge, el perro Tim, aquellas aventuras increíbles a cuya vuelta siempre esperaba un banquete reparador en el que no faltaba la cerveza de jengibre, que mira que nos resultaba exótico eso de la cerveza de jéngibre, a qué sabía una cerveza de jengibre, a ver. Luego nos hicimos mayores y nos enteramos de que Blyton, cuyo característico autógrafo presidía todos sus libros, empinaba el codo que no veas y hubo a quien la noticia no le hizo gracia y a otros les dio la risa. Pero antes de eso, cuando éramos pequeños, leíamos con avidez las novelas de "Los Cinco" y a mí lo que más me gustaba era lo de la Isla de Quirrin. Me resultaba absolutamente emocionante ir a la isla. Y eso es precisamente lo que he soñado esta noche pasada: que yo era otra vez pequeñito y leía en una tarde invernal de sábado un libro de los Cinco volviendo a la Isla de Quirrin. Lloviendo. Un sueño curioso, porque mira si hay libros con los que soñar y me ha tenido que tocar revivir con toda minuciosidad mis tardes de lectura junto a "Los Cinco" después de tantos años.

Pero lo mejor ha venido por la mañana. He ido a comprar el periódico y no te lo vas a creer: me he dado de bruces con un enorme cartón azul en la zona de los fascículos coleccionables que llevaba, envueltos en plástico, cuatro libros... ¡de "Los Cinco"! No me digas que no es casualidad. Yo me he quedado de piedra y sí, vale, parecerá ridículo pero debo confesar que lo primero que me ha pasado por la cabeza es que algún significado oculto debía tener eso, soñar precisamente con "Los Cinco" veintimuchos años después y encontrártelos precisamente a la mañana siguiente delante de las narices. Una señal. Seguro.

Por si acaso, me los he comprado, que costaban 5´95 los cuatro libros y me he preguntado: ¿qué efecto me produciría ahora volver a leer una de esas novelas? En relidad no creo que lo haga. Quiero que "Los Cinco" sigan siendo aquellos Cinco de entonces. Pero me ha producido un placer especial pasar las páginas y comprobar que la edición reproducía las antiguas planchas de la Editorial Juventud.

Fue Enid Blyton la que a muchos nos despertó la pasión por leer, la que nos enseñó la emoción que late tras unas letras impresas en papel. Casi nada. Brindemos agradecidos por ello (con cerveza de jengibre, por supuesto). Si sueño esta noche con "Los Hollister", aviso.


6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Ah, el perro Tim! Quizás por eso yo tengo alma de perro.

Tim

12:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo ya se los estoy regalando a la hija de unos amigos, que hay que crear afición a la lectura desde pequeños. Aunque a mí los Cinco... como que no, siempre me parecieron un poco blandengues de más (aunque no tanto como los Hollister). Mi favorito de la época era Alfred Hitchcock y los Tres Investigadores: Júpiter, Peter y Bob. Cuando viajaba en el tren, me compraban un par como mínimo para que fuera entretenido (una vez, gracias a unos regalos de Reyes, me leí 5 de golpe en un viaje).

Aquí os dejo un enlace:

http://www.gratisweb.com/patio_salvaje/main.htm

De todas formas, Emejota, hazme un favor: ¿qué titulos son los que han salido agrupados en el kiosko? Porque yo tengo encargado en la librería el nº4 (que es el que le toca ahora a la niña) y no saben si les llegará a tiempo; así que a lo mejor compro el "pack" de 4.

3:39 p. m.  
Blogger emejota said...

Yo tuve un gato que creía ser perro, pero ahora que lo pienso nunca le puse nombre.

6:34 p. m.  
Blogger emejota said...

Cómo no, Ferre: han salido desordenados, concretamente los números 7, 9, 13 y 19: Los Cinco van de cámping, Los Cinco frente a la aventura, Los Cinco en el páramo misterioso y Los Cinco han de resolver un enigma.

Como esos cartones tan grandes que sirven de reclamo a los coleccionables son inmanejables allí se quedó y no me fijé si era la primera entrega o si se trataba de una entrega única para nostálgicos.

¡Los 3 investigadores! Qué recuerdos. No sé si estarás de acuerdo conmigo que la segunda tanda con el tal Héctor Sebastian desmerecía bastante a los primeros, que eran estupendos y que guardo en el cuarto trastero en un armario.

Gracias por el enlace.

6:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Totalmente de acuerdo, Emejota.

Yo también guardo los primeros en el armario, para dárselos a la hija de mis amigos dentro de un año, de uno en uno.

7:45 p. m.  
Blogger Unknown said...

Ays... yo no los he leído :( Pero lo de Hitchcock me está picando el gusanillo.

Igual pido uno a los reyes.

10:29 p. m.  

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