19 enero 2006

Schönberg el progresivo

Más de 40 años después de su primera aparición en castellano, ha vuelto a editarse el libro de ensayos "El estilo y la idea", de Arnold Schönberg gracias a la labor idealista de Idea Books, que ha retomado el catálogo de la extinta Editorial Labor y, de paso, ampliado horizontes recuperando textos desaparecidos y fundamentales. No sé si la noticia merecerá unas líneas en las reseñas de las publicaciones sobre libros pero es todo un acontecimiento del que quería dejar aquí, siquiera, aviso.

"El estilo y la idea" recoge una quincena de ensayos del hondo saber de Schönberg, que mira a la música desde la reflexión filosófica, estética, teórica y poética. Pura agudeza intelectual. Schönberg representa el perfil del autodidacta nato, aquel que ha emprendido una búsqueda profunda y solitaria sin la comodidad protectora de la mano que te muestra el camino hecho, aquel que ha efectuado una síntesis rigurosa para encontrar la esencia de las cosas y se ha sentido libre para adentrarse en nuevos territorios. Aquel, en definitiva, que ha desarrollado una profunda capacidad de reflexión y comunicación que le ha permitido mostrar a los otros el método y el fruto de sus pesquisas.

Mi contacto con este libro siempre había sido indirecta, frases estimulantes citadas aquí y allá en otros textos, como piezas sueltas de un puzzle cuya imagen fragmentaria te hace suponer un todo sumamente atractivo. Poder disfrutar finalmente de la lectura atenta e íntegra de textos como "Brahms el progresivo", una de las piezas del puzzle más ansiadas y apetecibles, junto a otras como "Adiestramiento del oído mediante la composición", "La afinidad con el texto", "Gustav Mahler", "La composición con doce sonidos" o "Música nueva, música anticuada: el estilo y la idea" es un privilegio que un músico no debería dejar pasar por alto (los músicos suelen dejar pasar estas cosas por lo bajo; ahí no damos el tono)


8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Schönberg viene a ser una figura polifacética, en la que cada cara se apoya en las aristas de las otras... todo se relaciona y sale lo de que el todo es más que la suma de las partes: compositor, estudioso, escritor, pintor (expresionista, ¡cómo no!), maestro, comunicador,... incluso pensador humanista, si tenemos en cuenta que otro ensayo de este libro es "Derechos humanos",...

Que disfrutes el libro, Emejota (yo lo haré en unos meses, en cuanto termine uno sobre música medieval).

Ya que has aconsejado este libro de Idea Books, me permito hacer yo también una recomendación de otro de la misma editorial, y que compré junto con el de Schönberg: Béla Bartók: Un análisis de su música, de Ernö Lendvai.

Saludos.

4:11 p. m.  
Blogger emejota said...

De nada, Santiago. Tengo curiosidad por saber cómo llegaste a estas latitudes (si no es indiscreción)

Un saludo

4:17 p. m.  
Blogger emejota said...

Ferre: me acabas de cortar el hipo. ¿Música medieval? ¿¿¿Tú??? ;)

(es broma)

Por curiosidad (estoy muy curioso hoy) ¿es el de Caldwell?

Un saludo

4:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No, es el de Richard H. Hoppin, editado en Akal Música. No me pidas que te diga qué tal, porque sólo llevo unas 80 páginas todavía. Eso sí, echo de menos (como siempre) algún CD de audio con, si no todos, sí los ejemplos más importantes. Tendré que buscar grabaciones por las fonotecas.

Yo, para quitar los hipos, soy un fenómeno, ¿verdad? Cuando tengas, sólo tienes que pedirme un comentario, jeje.

Oye, esto me está preocupando: tú con Schönberg, yo con la Edad Media... ¿es una señal de que se acerca el fin del mundo? ;-)

6:28 p. m.  
Blogger emejota said...

Yo siempre he estado con Schönberg, Ferre, pero reconóceme que lo tuyo con los organum no es de toda la vida, que tan mayor no eres :D

6:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es que el organum, el conductus, el motete y los trovadores son todos efectos secundarios de intentar ampliar miras (oídos). Estoy iniciando una serie de lecturas sobre la historia de la música, ¿y qué mejor que empezar por el principio? De los griegos y romanos, como no he encontrado nada, digamos que he declarado a la Edad Media como "principio" oficioso.

El objetivo es llegar a la música de hoy mismo. Pero llegar viendo toda la evolución.

Es como leer una serie de tebos toda seguida, en vez de un mes cada número. Cuando los lees cada mes, cuando salen, gana el suspense, pero se pierde de perspectiva (efecto acentuado gracias a mi mala memoria). Leídos seguidos se ven cosas que de otra forma hubieran pasado desapercibidas. Así que estoy aplicando algo parecido a la historia musical.

Eso y que la curiosidad me puede. Los Minnesingers y los Trovadores, ¿eran equipos de fútbol u ONG's de la época?. Los monjes entonaban cantos gregorianos para alabar a Dios o era simplemente eran grupos de gamberros mal disfrazados que querían dar la vara al vecindario? La Escuela de Notre Dame, ¿era como la Acedamia de Operación Triunfo? Si es así, ¿quiénes fueron los primeros expulsados? ¿Cuantas veces logró ser Perotin nº1 en los 40 Principales? ¿Lo predijo Joaquín Luqui? Estas y otras preguntas son las que intento aclarar. ¿Lo lograré?

8:42 p. m.  
Blogger emejota said...

Ferre: permites una sugerencia? si quieres tener una visión en profundidad de la historia de la música hay que considerar como centro la tonalidad. La comprensión de los mecanismos de la tonalidad es el núcleo alrededor del cual gira todo: es consecuencia de lo anterior (todo lo anterior desemboca en ella) y causa de lo posterior (por agotamiento, por expansión, por razones estéticas o, simplemente, que de todo ha habido, por llevar la contraria).

Hay una "selección natural" que hace una criba de la modalidad (mundo inagotable el de la modalidad) y hay un instante precioso en el que la tonalidad emerge por todas partes sin que los compositores sean conscientes de ello. No es menos apasionante el periodo puramente tonal, que puede inducirnos erroneamente a pensar que es un periodo soso y qué va, todo lo contrario: la formación de la sintaxis armónica, la jerarquía de acordes; comprobar cómo de la simple atracción entre dos acordes (dominante y tónica) surge un completo mecanismo lógico que comienza a influir en todos los niveles del ámbito musical (frase, forma...) y luego su expansión hasta bifurcarse en tantas y tantas posibilidades... Todo lo que hay viene de ahí, hasta lo que reniega de sus orígenes. Quien busque una visión de la evolución musical de occidente tiene que seguir esa pista. Lo demás es literatura, imprescindible también, pero como acompañamiento.

(es una sugerencia)

9:15 p. m.  
Blogger Magda Díaz Morales said...

Me encantaría leer este libro, Mariano, aprendería muchisimo. No se si lo encuentre por aquí, pero voy a buscarlo, por supuesto.

Vaya temas interesantes que trata.

Un abrazo para ti.

12:35 a. m.  

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