06 febrero 2006

Memoria

Mi memoria tiene 35 mm de espesor y forma de caja de bombones. Me he comprado un disco duro externo LaCie porque me ha dado por tenerlo todo junto, localizado y a salvo. La capacidad del disco es grande (256 gigas) pero la información es abundante. Lo estoy metiendo todo: los guiones de las charlas realizadas, los audiovisuales de los cursos, las partituras, las secuencias, los ejemplos, los bocetos de proyectos que quedaron en fase embrionaria. Me ha sorprendido encontrarme con que uno de los temas del curso de divulgación musical para adultos correspondiente al año 1998 llevara por título "La Idea del Norte", y me ha sorprendido de verdad por tan temparana alusión al concepto y porque dicha clase no se llevó a cabo. He abierto el archivo correspondiente con gran curiosidad y me ha hecho gracia leer: "guión #39: La Idea del Norte" y luego una página en blanco con una breve frase entre paréntesis centrada a la mitad que pone: "(por el momento, ni Idea)".

Mientras voy suministrando material de los cd´s, del portátil (del antiguo, que ha arrancado con pereza, y del nuevo, todavía con el vigor de quien quiere causar buena impresión) y del ordenador desde el que ahora escribo (todo un laberinto de particiones donde reina el caos más absoluto), observo que el disco nuevo no hace ruido alguno, sólo una pequeña respiración, a modo de suspiro, muy de vez en cuando: debe ser que está concentrado en memorizar tantas cosas y, a lo mejor, se le conmueve un poco el corazón de metal cuando escucha el lamento de Purcell, o ve la última imagen de Alicia, o contempla el rayo verde en el atardecer de Rohmer, o pasa lista a la época de los mails nocturnos, cuando te los enviaba terminando con la inevitable "frase del día" a modo de coda, que pedías con insistencia porque te gustaba coleccionarlas y a veces te hacian pensar, y otras veces te hacían reir.

Yo, mientras tanto, voy descubriendo cosas de mí mismo que había olvidado por completo. Un ejemplo: ¿qué pinta ese fragmento del "Oratorio de Navidad" de Bach en las Jornadas que impartí aquel verano tan caluroso sobre los mecanismos de la invención musical en las "Variaciones Goldberg"? Ni idea, debería apuntarme al curso para saberlo. Me sorprende la cantidad de cosas que se han ido acumulando y en las que he ido dejando algo de mí. Parte de mi memoria reciente (y de la no reciente, porque aquélla se nutre de lo vivido) se va ordenando pacientemente en una cajita metálica de 35 mm de espesor. Si algún día no me encuentras, busca en la caja. Sólo tienes que leer entre líneas del documento que sea, que es la zona en penumbra donde siempre me escondo, esperándote.


10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Purcell... cómo no escuchar su lamento. A mí también me conmueve, me zarandera, me inquieta, me desarma y cuando digo me desarma también digo me paraliza.

En fin,que entiendo el desequilibrio y la respiración entrecortada de ése, tu nuevo corazón de metal, como el timbre de voz.

11:32 a. m.  
Blogger Unknown said...

Y ¿no te asusta que todo eso ocupe tan poco espacio? Hombre es muy práctico pero....de repente parece que toooodo lo que has hehco se queda pequeñito. Aunque se me acaba de ocurrir...A lo mejor es una caja mágica donde la dimensión no existe. Sólo hay que abrir la tapa y...

12:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Poco espacio. No sabes lo cierto que es eso. Espera 5 añitos y ya verás como te encuentras diciéndote: 256 GB y ya está a reventar, los bits como sardinas en lata, Purcell le está metiendo el codo a Rohmer en el ojo... rápido, ¿los hacen de más capacidad?.

Eso sí, qué bonito que es el bichejo, lineas austeras y ese metal mate. Pregunta:el transformador, ¿lo lleva dentro de la caja metálica o es externo?

Tecnológicos saludos.

2:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es bonito y silencioso. El transformador es exterior (ya se calienta bastantante debido a la falta de ventilador: por eso es tan silencioso). Lo de los 5 añitos lo dejaría yo en 1 y medio.

6:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

35mm de grosor. Qué casualidad, o será causalidad.
salud
causal

9:24 p. m.  
Blogger emejota said...

"Remember me! Remember me!" Eso debe sonar por dentro del disco duro reblandeciendo su corazón de metal mientras, quizá, se dice a sí mismo: lo mío es recordar, sí.

12:21 a. m.  
Blogger emejota said...

Raquel: no me asusta, no; al contrario, me fascina que todo pueda caber en ese espacio tan chiquitito en el que, por cierto, también está tu voz...

Un abrazo

12:24 a. m.  
Blogger emejota said...

Ferre: sí, los hacen con más capacidad: hasta 1 Terabyte, pero para eso lo que hay que tener es capacidad de adquisición proporcional a la memoria del disco!

La respuesta a tu segunda pregunta te la ha dado stupendous, que ha rebajado el tiempo estimado en llenarlo pero... mucho, demasiado se me hace a mí año y medio. No veas el bosque de datos que hay por aquí, stupendous.

Un abrazo a los dos

12:28 a. m.  
Blogger emejota said...

Yo también caí en ello, causal: ya hay metros y metros por ahí dentro ;)

Un abrazo

12:37 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Oído cocina, gracias por las respuestas. Yo tengo un disco duro en una caja (también muy mona) y lo que me fastidia es tener que cargar con el transformador cuando lo tengo que llevar a algún sitio alguna vez y creía que los sres. de LaCie lo habrían incorporado, solucionando los problemas de disipación internos.

4:04 p. m.  

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