25 marzo 2006

Guión

La Pasión según BachVengo de hacer "La Pasión según Bach", que ha vuelto a mover en mí intensas emociones. Y vengo con la sensación de que lo mismo ha podido ocurrir con el público que ha llenado generosamente la Iglesia de los Capuchinos. Haber conseguido condensar en un guión y en un audiovisual una obra de la complejidad de la "Pasión según San Mateo" de Bach es, quizá, el trabajo del que me siento más satisfecho (quizá también porque su confección requirió en su día un gran esfuerzo). El resultado me ha merecido la pena porque el formato admite pequeñas variantes destinadas a orientarlo a todo tipo de públicos, según la demanda.

Llevo 6 años rodándolo desde capitales de provincia a pueblos minúsculos, dirigiéndome a músicos y a aficionados, a adultos y a chavales. Y siempre experimento la misma emoción renovada cuando doy paso al dúo de niños que entona esa poesía sencilla y preciosa tras el apresamiento de Jesús: "Ya tienen a mi Jesús cautivo,/ya el sol y la luna esconden su vergüenza en el ocaso"; y de nuevo el mismo cosquilleo previo, el placer de ir desvelando el detalle desplegando los planos del arquitecto en busca de respuestas a las preguntas fundamentales: ¿cómo se plantea Bach afrontar el reto de traducir en música algo tan complejo y extenso? ¿qué estructura desarrolla para edificar semejante monumento sonoro? ¿cómo resuelve el reto?.

A pesar del rodaje del formato, ayer hice el repaso pertinente por dos razones: la primera, por un inevitable sentido (¿manía?) de tener todo en orden; pero, sobre todo, en el caso de la Pasión, porque en su recorrido hay que manejar muchos hilos emocionales y soltarlos poco a poco requiere cierta destreza que no te puede pillar despistado. Y en el repaso/ensayo de ayer por la noche ocurrió algo inesperado: la encontré vacía. La Pasión que aparecía en los folios y que durante 5 años había mostrado en público me resultaba, de repente, hueca.

La cosa me preocupó bastante hasta que caí en la cuenta de la razón: había olvidado que lo que tenía delante no era un guión pormenorizado sino un esquema, una guía destinada a conducirme por una senda sin perderme. Y entonces me di cuenta de que en los últimos meses, por una razón que desconozco, he pasado, inconscientemente, de tener el papel como guía de referencia a realizar guiones en los que está detallada hasta la última coma. Es como si hubiera perdido reflejos para la improvisación, como si temiera quedarme sin recursos y buscara refugio en la segura comodidad del renglón antes que en la expansión verbal que surje del instante inspirada por el contexto en el que te encuentras.

Eso me ha hecho reflexionar mucho a lo largo del día de hoy que, por cierto, he dedicado en su mayor parte a retocar el guión llenando huecos, pero únicamente los imprescindibles, aquellos que sientes que no pueden faltar y que tienen que ser dichos así. En el resto me he propuesto dejarme llevar, pero con cautela: sólo un poquito. Me he sentido desentrenado como para atreverme de golpe a más, como un deportista en baja forma que siente que tiene que volver a tonificar los músculos poco a poco antes de recuperar el tono. La enseñanza que he sacado de esta vuelta apasionada a la Pasión de Bach ha sido esa: tengo que volver a acostumbrarme a soltarme de la mano del papel con más frecuencia, a rebajar mi dependencia del mismo. Como antes. No sé qué pudo originar ese proceso pero sí sé que tengo que rectificar esa nueva costumbre que se había acomodado. Si es mejor para mí será mejor para quien me escucha, aunque el cosquilleo de los Corales en la nuca siempre será el mismo.

Me siento muy bien. Y muy agradecido a todos.


2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ayer tuve la suerte de poder asistir. El resultado fue perfecto: ningún atisbo de falta de de tono muscular; los hilos fueron manejados con perfecta destreza, no se enredó ninguno, se nos llevó con maestría a través de las emociones y los silencios. Así que no tengas miedo de soltarte y reencontrar tu capacidad improvisadora: habrá momentos que no podrían surgir de otra manera. Gracias.

11:41 a. m.  
Blogger emejota said...

Gracias a tí.

Un abrazo.

3:46 a. m.  

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