30 abril 2007

Dosis

Este lunes toca la segunda dosis del elixir 2.0 pero antes tengo que comparecer ante el médico para declarar qué ha pasado durante este tiempo. Igual que cuando en la tele dicen que fulanito tendrá que comparecer en los juzgados cada quince días. Eso dijo el médico: antes de ponerte la segunda inyección pásate por aquí y me cuentas a ver qué tal por si acaso. Y yo: ¿por si acaso qué? Y él: no, nada, por si acaso. Y yo: (mmm). Se supone que debería haber apuntado en un papel los cambios habidos estos días pero eso me dio pereza desde el mismo momento que sugirió semejante cosa absurda, a quién se le ocurre, cómo me voy a poner a escribir cosas como "día 3: hoy duele menos; día 6: hoy no duele; día 8: hoy he amanecido con la cara fosforescente y con siete dedos en la mano derecha, preguntarle al médico por si es algún efecto secundario". No, yo no apunto; para apuntar, el blog. Como si uno no tuviera memoria para decirle a los quince días cómo se ha ido encontrando.

Mañana le diré que bien pero raro. Bien porque es evidente (ya me ves) y no tengo dolor (o casi nada) y voy y vengo y eso. Lo de raro es porque desde hace unos días ya ha empezado a asomar la patita la cosa esta de la ansiedad que se presenta sin avisar y sin un motivo que justifique su presencia. Y eso, de confirmarse, me descolocaría y aún me produciría más ansiedad. Es un misterio que, por lo que vengo observando, empieza a traer de cabeza a los médicos de todo el mundo y a los laboratorios: por qué un anticuerpo dirigido a tratar un proceso degenerativo de las articulaciones termina causando problemas de ansiedad de manera generalizada de tal forma que los pacientes, al cabo de un tiempo, terminan tomando ansiolíticos a diario. A mí me preocupan dos cosas: la ansiedad en sí porque no te deja parar y, paradójicamente, te paraliza. Quiero decir que no te centras, ni te concentras; te descentras. Pero lo segundo que me preocupa es que me da a mí que los médicos empiezan a ver como lugar común, como algo de lo más normal, que un enfermo reumático tenga que incorporar a su dieta ansiolíticos y, para colmo, por un problema añadido inducido por lo que debería ser un remedio. Sí, ya sé que suena a lío. Pero si a tí te parece complicado al leerlo imagina a mí al escribirlo y padecerlo.

Por eso tengo que decirle al médico que bien y raro al mismo tiempo. Y va a decir entonces (como si lo viera) que me ponga la segunda dosis del elixir 2.0 porque no se ha producido ninguna mutación de laboratorio de película de terror y que tome ansiolíticos y hasta dentro de quince días, buenos días. Todo es un poco más complicado de lo que parece pero al menos no duele, o va doliendo menos, mucho menos, ya sólo es un murmullo. Existe un murmullo de dolor del que sólo te das cuenta cuando se hace el silencio del bienestar.


1 Comments:

Blogger EVA said...

Bueno se puede decir que va medianamente bien lo importante es que no te duela y la ansiedad se sobrelleva te lo digo por experiencia, mientras que no te metas en un sitio con 2000 personas o te den mucho la brasa se sobrelleva, tienes que intentar mantener tu cabeza en calma y evitar los malos rollos y si eso no funciona pues tila,valeriana o polen de fumar...y a las malas malas orfidal que es el peor enemigo de la ansiedad... lo mejor que me funciono fue el polen de fumar, me lo recomendo un medico y fue mano de santo, supongo que sera dificil encontrarlo... siempre y cuando no se convierta en vicio, a mi me sirvio bastante bueno aqui te dejo un abanico de antidotos contra la ansiedad, si estos no te funcionan, tengo mas... besos con aires del sur

8:06 p. m.  

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