28 abril 2007

Solfeo

He vuelto a escuchar ese delicioso experimento que es la obra "Solfeggio", de Arvo Pärt. El título no puede hacer más justicia al contenido puesto que, en realidad, se trata de un ejercicio de solmización el que los cantantes se limitan a entonar y nombrar las notas de la escala de Do Mayor una y otra vez.



¿Y ya está? No, claro que no. El experimento consiste en que Pärt juega con el espacio-tiempo musical a partir de ese pretexto tan básico como es el de solfear una y otra vez el do, el re, el mi y las que siguen. Digo que juega con el espacio musical porque a cada vuelta, las notas son entonadas en diferentes registros (grave, agudo) y digo que juega con el tiempo porque, igualmente a cada vuelta, mantiene grupos distintos de varias notas sonando simultáneamente un determinado trocito de tiempo.



El resultado es maravilloso y presenta al oído columnas sonoras formadas por diversas combinaciones de notas (más o menos disonantes, más o menos consonantes según la distribución temporal y espacial) que emergen y se deshacen fugazmente. Una música hipnótica cuyas huellas, además, el oyente puede seguir sin perderse: do, re, mi, fa...

Es un dolor presentar sólo un extracto de una obra que es indivisible y que fluye girando en espiral. A veces la amputación duele porque no hay anestesia que valga.

Arvo Pärt: "Solfeggio", 1964 (fragmento) Click para escuchar. Mp3, 1,6 MB.


3 Comments:

Blogger ignatiusmismo said...

La hermosura de la sencillez. A mí me ha emocionado, no sé a ti.

5:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

muy bonito emejota, muy sencillo, muy dulce y muy calido, da paz escucharlo...

8:33 p. m.  
Blogger emejota said...

En casi todas las cosas, pero en música de una manera especial, siempre me ha atraído mucho las obras que han conseguido despojarse de toda hojarasca, aquellas en las que el compositor ha procedido por destilación. Si el proceso ha sido culminado con éxito, ahí late una emoción pura y sin aditivos. No falla.

11:49 p. m.  

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