12 septiembre 2005

Consulta

En el urólogo.

Están mirando a ver qué le pasa a mi vejiga, si es una complicación asociada a la enfermedad que padezco desde chaval o si pudiera ser debida a un efecto secundario de la medicación. Como pertenece a la nueva generación de fármacos de biotecnología y todavía no se dispone de mucha documentación sobre sus efectos a largo plazo andan un poco despistados. Yo siempre que voy a un médico, sea por la razón que sea, les digo, por este orden, la enfermedad que padezco, la medicación que tomo (por si acaso) y, de paso, les dejo caer que soy un neurótico hipocondriaco. Más que nada a modo de advertencia para que lo que tengan que decir lo digan con un poco de tacto. Soy muy sensible.

He cogido el prospecto de una de las cajitas azules del medicamento y se lo he llevado al urólogo. Lo ha mirado con la expectación y la emoción del geólogo al que le ponen en las manos una roca lunar y después ha introducido el nombre en su portátil y se ha puesto a buscar. Espera. Detrás había un cuadro abstracto a la manera de las constelaciones de Miró. Ante mi sorpresa, a los pocos segundos de mirarlo fijamente, de ese montón de puntitos y líneas que los interconectaban se ha formado la imagen de lo que parecía una constelación de dos riñones de cuyos extremos inferiores salían unas líneas que descendían hacia lo que parecía ser una vejiga. Me ha recordado una de esas ilusiones ópticas que se producen cuando te enseñan una lámina con una copa dibujada y luego resulta que en vez de la copa ves dos caras de perfil mirándose de frente. El caso es que al contemplar esa muestra artística de anatomía de vanguardia me he preguntado si estaba ante una obra sublime o una horterada de tomo y lomo y esa incapacidad para decantarme ante el hipnótico paisaje de puntitos me ha producido cierto desasosiego. Entonces ha hablado el médico:

-Estoy consultando posibles contraindicaciones de su medicación relacionadas con la zona renal. Me salen 80 páginas.

-¿Cómo?

-Sí, es poquísimo. Se nota que la medicación es relativamente reciente, así que va a ser muy difícil saber si nos enfrentamos a una complicación producida por ella.

Te dicen que la medicación que tomas puede dar 80 páginas de problemas sólo a tus riñones y a continuación te dicen que son poquísimas páginas, como si tu ¿Cómo? hubiera sonado a ¿sólo 80? en lugar de sonar a ¿me está usted tomando el pelo? Lo que indica que posiblemente tenga un problema de comunicación con los médicos. Por otra parte, no es la primera vez que tengo la incómoda sensación de asistir, sin pretenderlo, a un verdadero gag cómico en la consulta de un médico, si no fuera porque la situación no tiene nada de graciosa.

Como tras la búsqueda por ordenador la cosa ha llegado a un punto muerto he optado por hacer un ejercicio de recapitulación en voz alta, como ocurre en las novelas de detectives poco antes del desenlace.

-Si no he entendido mal, no sabemos si lo que me pasa es una complicación en la evolución de una enfermedad para la que la medicina no dispone de una solución al día de hoy o si se debe a un problema producido por una medicación paliativa que, dada la gravedad de la enfermedad, no puedo dejar de tomar aunque pueda dar, de momento, 80 páginas de complicaciones relacionadas únicamente con la zona renal. ¿Es así?

-Así es, exactamente.

(Exactamente es así y 80 euros a la salida)
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Tiro de archivo para poner el enlace a este post. Es gratis.


10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola, emejota.
No sé qué decirte excepto ¡ánimo!
Cariños,

9:08 p. m.  
Blogger Magda Díaz Morales said...

MJ, una sugerencia que quizá de inicio te parezca muy incoherente. ¿Tendrías la posibilidad de ir a Cuba? Segun lo que cuentas y que he estado leyendo sin comentar al respecto, en Cuba tienen los mejores médicos casi del mundo, sería muy bueno que pudieras, al menos, venir, que te hicieran estudios y te dieran su opinión.

Un beso

11:32 p. m.  
Blogger emejota said...

Muchas gracias por tus ánimos, Gabriela. Cariños también para tí.

Magda: gracias por la sugerencia, aunque he de decir que sólo de pensar en un avión ya me pongo a temblar :)

Ahora en serio, como podrás imaginar, tras más de 20 años tengo recorrido un camino muy largo en esto de los especialistas. De hecho, las cajitas azules vienen de EEUU y son el resultado de esas peripecias y de lo que la medicina más avanzada puede ofrecer, a día de hoy, a una enfermedad como la que padezco. De todas formas, no bajo la guardia. No me lo puedo permitir.

Un abrazo

2:20 a. m.  
Blogger Jeremy Fox said...

Una vez más me dejas sin palabras. La insensibilidad de algunos médicos me indigna hasta tal punto que pierdo los nervios.

Muchos ánimos emejota, estoy seguro de que ser cómo eres es tu mejor medicina.

Un abrazo.

7:57 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

ya veo que te sale a euro por página de contraindicaciones (no quiero saber qué pagará alguién que tenga 2854 páginas de contraindicaciones; quizá le hagan una rebaja por seguir vivo).

Otra cosa: ya que esto es lo máximo que puede ofrecerte la medicina más avanzada, quizá deberías recurrir a la medicina no tan avanzada. Y, sólo por curiosidad, ¿cómo se llama el famoso medicamento hecho "la secuencia de ADN humano implantado en una célula de óvulo de hamster chino"?

ánimos,

9:11 a. m.  
Blogger emejota said...

Jeremy: en realidad, hay que reconocer que el médico ha sido al menos sincero, lo cual es de agradecer aunque duela. Otra cosa son las maneras, claro...

Muchas gracias por los ánimos y por las palabras que me diriges. Tenemos que quedar a tomar algo (sigue abierta la taberna en Moonfleet??)

Un abrazo

10:45 p. m.  
Blogger emejota said...

Hola rmf: sí, todavía me sale barato :D

He recurrido a la medicina avanzada, a la retrasada, a la tradicional, a la alternativa... Algún día escribiré una colección por fascículos "Una farmacia en la mochila" (ahora en dvd!) Me he encontrado cosas muy curiosas, algunas muy interesantes, otras esperpénticas. Entre las interesantes un médico que practicaba la acupuntura (una temprana muestra de "fusión" entre la medicina tradicional y la alternativa, algo todavía no muy frecuente) que acompañaba sus sesiones de acupuntura con la audición de tiempos lentos de Mozart. Sin tener conocimientos musicales, establecía una serie de relaciones entre piezas para determinados cuadros terapéuticos que, por lo que pude observar, guardaba cierta relación con tonalidades. Una vez, estando tumbado en la camilla, reconocí a Brendel tocando el tiempo lento del concierto 23 de Mozart y se me salieron las lágrimas. Me dijo si es que me dolía y le dije que siempre (Brendel, no las agujas)
:)

El nombre del elixir es Enbrel (no suena a elixir?)

Saludos

10:56 p. m.  
Blogger Jeremy Fox said...

Emejota no dudes que si pasas por Madrid la taberna de Moonfleet estará abierta y si no pues la abrimos o robamos una, que para algo tiene que servirme ser contrabandista.

Un abrazo.

12:03 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Hay que ver cómo os animáis los tíos a la sola mención de la palabra "taberna"!
:-)

7:39 a. m.  
Blogger Jeremy Fox said...

La verdad es que Gabriela tiene razón, jajaja. Pero es que... ¿no os parece que hasta tiene una hermosa sonoridad esa palabra? Nunca me había fijado hasta ahora ;-)

7:53 a. m.  

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