31 marzo 2006

Horario

Hay que formalizarse. Ayer conseguí acostarme a las 2:45 y esta mañana he conseguido levantarme a las 9:15. Ya he terminado de acostumbrarme al sabor de la coca cola light y ahora me voy a poner a estudiar a Mozart al piano. Quién me iba a decir a mí que algún día escribiría frases semejantes. Para completar este proceso de regularización de hábitos he abierto el blog porque el otro día leí en el periódico que el mayor porcentaje de posts se publica por la mañana. Hay que hacer un esfuerzo por la reinserción social, por la readaptación a las buenas costumbres de la civilización. Sin embargo, hay mucha luz. Demasiada. Y mucho ruído. Todo. Yo estoy acostumbrado al susurro del teclado a la luz cómplice de la lamparita y ahora me siento un poco desconcertado, así que me temo que no sé si voy a ser capaz de exponer aquellos temas que la curiosidad del lector espera, a buen seguro, con impaciencia, como son "El uso de la gama de los azules en la ambientación londinense de Mary Poppins: revindicación de un hito estético no reconocido". Por ejemplo. Pero digo yo que el primer día no hay que aspirar a mucho, lleva un tiempo acostumbrarse al nuevo entorno.

Me conformaré con hacer como si nada y citar la agenda del día, que es algo que hace la gente normal: hoy toca la última charla del ciclo de Pasiones de Bach de este año, a 60 kilómetros del ordenador desde donde escribo este post matinal. Mi sexto sentido catastrofista -a.k.a mi sentido arácnido- está inquieto; sobre todo lo está el portátil, que ha pasado toda la noche dando vueltas en el maletín, nervioso, sin pegar ojo. Se me ha metido entre ceja y ceja un presentimiento que tiene que ver con la sala, no sé, pero así es. Y mi sentido arácnido, modestia aparte, suele equivocarse muy pocas a veces. Me queda la duda de si lo que me espera es protagonizar una escena sacada de una película de Berlanga o una pesadilla digna de "Angustia", de Bigas Luna. Dios, qué mal rollo se me ha puesto de repente. Debe ser el exceso de luz natural en esta habitación. Para colmo, acostumbrado a la penumbra confortable de la lamparita de mesa, de repente he descubierto la existencia de la pared de enfrente y su presencia me resulta turbadora. Yo a lo mío.


2 Comments:

Blogger Unknown said...

uy uy uy el sentido arácnido avisa.
de todos modos lo de "civilzarse" no creas tú que siempre está bien ¿eh? no pierdas todas tus buenas costumbres. Si a ti te sirven adelante.
Aunque una cosa te voy a decir: estudia Mozart que si no entre Wanda y "La" Virtu verás.

P.d: que dice I. que a ver cuando vemos una peli contigo. Que él Va

P.p.d: a mi no me gusta pertenecer a los porcentaje. Voy a empezar a escribir a la noche

7:16 p. m.  
Blogger emejota said...

El sentido arácnido no falla, aunque al final no haya sido ni película de Berlanga ni la Angustia de Bigas Luna.

Ha sido peor.

Pesadilla en Elm Street, no digo más.

Dí que por lo menos a la gente le ha gustado.

Creo que un día es suficiente para civilizarse, así que creo que vuelvo a las andadas. Wanda ya está hasta las narices de Mozart; la Virtu no sé.

P.D: díle a I que sI VA yo también. Pero invitas TU :D

P.P.D: a mí me gustan los porcentajes cuando descuentan los dvds en las rebajas. Por la noche no abren el Corte Inglés :(

1:12 a. m.  

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