28 octubre 2006

Cincuentenario

TVEMi infancia está en los laberínticos archivos de Televisión Española. Empieza con el misterioso círculo cromático de la Carta de Ajuste, con su relojito abajo a la derecha descontando minutos para que se levante el telón y tú sentado esperando, porque esta tele es una tele a ratos. A veces hay tele y a veces no. Por la mañana, por ejemplo, si tienes anginas y no vas al colegio, no. Por la tarde hay un rato que tampoco, qué fastidio. Y al mediodía hay que verla rápido porque dura poco y se acaba pronto y allí sale una señora que se llama Isabel Tenaille. Un nombre así debió inventarse para quedar como recuerdo confortable: queda bien en un estante de la memoria. Y si te asomabas al cuarto de estar por la noche, a una hora prohibida, podías ver cómo echaban el cierre de la tele con una bandera ondeando al aire. Al principio salió un señor muy mayor y luego otro más joven. La música era la misma. Lo más importante es que luego salía una nieve de moscas ruidosas y a dormir (yo llevaba un pijama rojo en el que ponía "Montreal 76").

La ventana de Televisión Española alimentó nuestra mirada ingenua e ilusionada: las meriendas con pan y chocolate ponían sabor a la presencia cariñosa de Maria Luisa Seco, que anunciaba el Barrio Sésamo y el contenedor "Un globo, dos globos, tres globos" ("la tierra es un globo donde vivo yo"), con Gloria Fuertes y "La Mansión de los Plaff", los lunes, y "El Monstruo de Sánchezstein", y un concurso que lo anunciaron un día y tardó en llegar la tira que se llamaba "Destino: Plutón", quizá porque se tardaba mucho en conectar con Plutón.

La tele era la emoción de los viernes por la noche, cuando te sentabas con toda la familia en invierno a ver "El hombre y la Tierra" y luego venía ese alucine increíble del "Un, dos, tres" de Kiko Ledgard, que dicen que llevaba un calcetín de cada color aunque el "Un, dos, tres" salía en blanco y negro. Allí salían los decorados delineados con las líneas raras de Mingote y las barbas de Don Cicuta, que parecía que tenía polvo por encima el hombre, y las secretarias que estaban allí como soporte de esas gafas increíblemente redondas. Había una que contaba las pesetas. Las otras sonreían. Y la Ruperta. La infancia es la Ruperta. Y en los anuncios le dabas al botón del UHF e igual te salía la música inquietante de "La Clave", irresistible, y luego un señor fumando con pipa hablando con otros señores. Los otros señores no fumaban pipa. No se les entendía nada de lo que decían. A la Ruperta sí aunque nunca hablaba.

La tele era "Mazinguer Z" de postre los sábados y "La casa de la pradera" de postre los domingos. Y Gaby, Fofó, Miliki y Fofito ("cómo están ustedeees?") programa esencial porque contenía lo mejor de la tele: "La Aventura", que era un culebrón surrealista apasionante. Para mí era esencial saber el título de la Aventura del sábado pero había un pequeño problema: todavía no sabía leer. Así que llamaba corriendo a mi madre pero a veces estaba hablando por teléfono. Y yo: "¡que me leas la Aventuraaaaaaaaaaaaa!". Pero nada. Qué fastidio. Y la tele era también el "Especial Nochebuena" y el "Especial Nochevieja", con su toque maravillosamente kitsch de cortinillas de espumillón y bolas de árbol de navidad a un lado de los presentadores mientras en casa se encendían unas lucecitas de colores en el árbol de navidad y luego otras. Y así todo el rato.

La tele eran las vacaciones, porque entonces no cerraba por la tarde y te salía un cartel que decía "Especial Vacaciones" y permanecía en pantalla unos minutos que debían durar una eternidad y no sabías qué iba a haber detrás, y eso en el fondo era lo mejor, aunque lo de detrás también fuera lo mejor: "Pipi Calzaslargas" (¿dónde venden la cola de pegar Konrad, por Dios!) y los dibujos animados de "El lagarto Juancho" y "Maguila el Gorila" y "Los Picapiedra".

La tele era el "Sábado Cine" y el escalofrío de ver "La amenaza de Andrómeda" desafiando la severa advertencia de los dos rombos. Aquella tele era capaz de pasar a las diez de la noche una película en blanco y negro, hazaña hoy impensable, y que los enredos de Cary Grant y Katherine Hepburn llevaran a la cama a todos tan contentos y sin agobios de share a la mañana siguiente.

La tele eran las señoras guapas de continuidad que salían delante de unas cortinas con unos folios en la mano y cara de cierto sopor por la espera, porque esperaban en algún sitio todo el rato para decir que ahora venía la película y si estaban con los rulos puestos y se fundían los fusibles de la tele sólo se les oía la voz por encima de un cartel y decían que señoras y señores, les rogamos disculpen esta interrupción; dentro de unos momentos volveremos con nuestra programación. Decían ese pareado a oscuras y luego volvía la luz. A veces tardaba más y otras tardaba menos.

La tele eran palabras: Paseo de la Habana, Ballet Zoom, Ana del Castillo (decoradora siempre), Ahmed Al Gabali (siempre decorador con nombre de Aladino), Directísimo, Jesús Hermida y Los Chiripitifláuticos. Y más.

Televisión Española cumple hoy 50 años. La infancia de todos está entre ellos. Felicidades.


12 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Y los dibujos de "Meteoro" (también conocido por "Speed Racer") y los de "Los Imposibles" (Multihombre, Cangerhombre y Fluidhombre)?

¡Dios, ni los has nombrado, Emejota!. Imperdonable. Hubieras ardido por ello en el Infierno si no hubieras nombrado en el post a esa pedazo-película que es "La Amenaza de Andrómeda". Te has librado por pelos ;-)

Enlaces de ambas seriesnde dibujos:

Meteoro
-------
http://www.comics.com.ve/?n=anime/meteoro

Los Imposibles
--------------
http://www.comics.com.ve/?n=anime/meteorohttp://www.comics.com.ve/?n=comic/imposibles

Ya puestos, el enlace principal (http://www.comics.com.ve/) merece la pena.

Saludos,

Ferre

2:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gaby, Fofó, Miliki y Fofito ("qué tal están ustedeees?")

Me fastidia puntualizar, pero es una cuestión esencial: La frase era "Cómo están ustedeeees?!". Para mí tiene la consistencia de una oración. ;-)


Abrazos

4:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues mis recuerdos son muy similares, aunque en mi tele (una Philips) los payasos decían: "¿Cómo están ustedeeees?". Un abrazo. ;-)

5:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Y "Verano Azul"? ¿Y "El Libro Gordo de Petete"?

¡Ay, la de recuerdos prestados y de segunda mano que llegaban acá con retraso, pero que eran una muestra de los ojos de nuestros primos trasatlánticos!

¡Ay, ay!

Gracias por los recuerdos, Mariano.

Mil abrazos.

7:19 p. m.  
Blogger emejota said...

Cierto, cierto y corregido. En mi tele decían lo mismo (Estas cosas pasan por escribir posts por la mañana; este blog es nocturno, como su autor)

Un abrazo, Jorge y Jam.

7:22 p. m.  
Blogger emejota said...

Ferre: ¿y esos quiénes son??? ¿no será que tú eres un poco más mayor que yo?? Yo me quedé con el Correcaminos (bip-bip) y el Coyote, y con Pixie y Dixie, aunque ahora que lo pienso esos eran más mayores que yo también, no sé...

(Gracias por la documentación. Sigues siendo mi documentalista favorito)

7:29 p. m.  
Blogger emejota said...

"El libro gordo de Petete"! Cómo olvidarlo, Miguel!

El pobre "Verano Azul" debe pasar unos cuantos inviernos para que los sufridos telespectadores nos desempachemos de tanta reposición. Sólo entonces podrá valorarse en su justa medida su contribución a nuestra educación sentimental sin tener que oir eso de: "¿oooootra vez "Verano Azuuuuuul????"

(del barco de Chanquete no nos moverán)

Un abrazo fuerte, Miguel.

7:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Pipiolo!

Y ahora me voy, que es la hora de la pastilla en mi asilo. Cof, cof, cof.

Corrección: Cangerhombre no... Cangurhombre. 'dito teclao.

8:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y Comando G, y Los Fraguel ( ven a fraguel rock) con el tío bobo y sus viajes, y La bola de cristal por favor, y el inquietante Planeta imaginario y ese turituriturituuuuuriiiiii de Debussy...

(que mal la ha tratado el tiempo)

Felicidades a pesar de todo

9:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

es raro que te dejes en la continuidad los "minutos musicales", una interrupción de la programación ahora inconcebible.

10:32 p. m.  
Blogger emejota said...

¡Los minutos musicales!Efectivamente, la tele también era eso y es muy cierto que ahora serían inconcebibles.

Un abrazo

(Ferre: esa tos... el lunes a primera hora al médico, eh?)

Abrígate ;)

2:15 a. m.  
Blogger emejota said...

Hola Raquel:

(sabes? llevo tres chinos en una semana. Récord. Estoy de la ensalada china hasta el mismísimo chino!)

Es evidente que hay programas que hoy no podrían pasarse pero yo no creo que la ha tratado mal el tiempo; a la tele la ha tratado mal la gestión de la casa en determinados periodos pero el archivo de TVE es una joya que almacena documentos irrepetibles.

Cuando anunciaron lo del canal temático del 50 aniversario a mí se me ocurrió la idea de que podían emitir íntegra la programación de un determinado día del pasado. Un ejemplo: el 12 de Noviembre de 1976. ¿Te imaginas? Pondrías el canal a cualquier hora y verías empezar el Telediario con las noticias del día, que estarían pasando en ese momento y luego y los spots de la temporada, el anuncio de la película del miércoles, y después empezarían las series y esas cosas. Todo en tiempo real. Desde luego, si ese día cayera en viernes, yo fijo que pongo el "Un, dos, tres" de Ledgard, que de la mayoría de los programas que ponen ahora los viernes también me tienen hasta el mismísimo chino!

Un abrazo frito con ternera.

2:29 a. m.  

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