17 julio 2007

Diario

---Actualizado---

Un blog es un diario personal. Este por lo menos. No está de mal escribirlo para recordármelo a mí mismo porque a veces se me olvida. Si un blog es un diario personal debería recoger los quehaceres cotidianos y de manera igualmente cotidiana; no digo en plan querido diario y dos puntos, que eso no es cotidiano, eso es antiguo y cursilón, sino algo como de andar por casa. De repente me gusta la idea.

Me he levantado tarde, bueno, a las 10:15 o así.

(de la anterior frase es el "bueno" lo que le da el toque de diario personal)

Me he levantado a esa hora porque estuve hasta las tantas, siendo las tantas las 3:30 más o menos, leyendo a Neil Gaiman y asomado a la terraza porque ha pasado un señor por mitad de la carretera silbando lo del bueno, el feo y el malo y parecía que lo hacía en versión original. Hubiera sido muy surrealista si no fuera porque lo hacía en versión original y la gente que silba así, con esos quiebros y al mismo tiempo esa horizontalidad en la columna de aire a mí me da mucha envidia, qué quieres que te diga.

Por eso lo de las 10:15.

Ahora no son las 10:15, sino las 17:37 y eso quiere decir que tengo que dejar de escribir porque hoy sí que me voy al cine. Eso de dejar un post a medias y seguirlo luego también es muy de diario personal y me gusta también, sobre todo hoy que estoy en plan diario personal. Hay que darle al blog un toque de directo. Luego sigo.

Ya estoy de nuevo. Y otra vez en directo, recién llegado del cine.

He ido a ver "Ladrones" aunque eso irá en otro post porque luego Google me manda visitas a los comentarios de las pelis y a ver qué van a pensar esos señores si se enteran que me he levantado a las 10:15. Ni hablar. Lo que puedo contar aquí es que he visto "Ladrones" solito en la sala. Una gozada. He comprado la entrada, una Pepsi y me he internado por el amplio pasillo donde hay unas puertas con unos números grandes iluminados en rojo. Los ladrones estaban en la puerta número 4. Presidiendo la puerta había un cartel de la película donde María Valverde desliza los dedos entre la americana de Juanjo Ballesta y te mira como diciendo: mira lo que sé hacer, tú llevas cartera?. Me hipnotiza la mirada de Valverde. El silencio con el que te recibe una sala de cine vacía y en penumbra resulta maravilloso. Es un silencio cargado de expectación.

En lugar de trailers de películas han puesto anuncios de la tele. Uno de ellos incluso era un anuncio que anunciaba una cadena de televisión. Luego ha empezado la peli y como el scope no cabe en la pantalla (!) la han proyectado como en la tele, con franjas negras por arriba y por abajo. Si a eso le añadimos que he visto la peli solito lo que sale al final es un Home Cinema pero a lo grande y sin que te llamen al teléfono.

Hoy también he ido a comprar un par de camisetas porque la semana que viene huyo despavorido de aquí con motivo de las fiestas patronales. Me exilio en una playa. Ya veremos si los vaivenes del ánimo se sincronizan con el vaivén de las olas o si tenemos marejadilla.


5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Ladrones?
Ayer la vimos nosotros. Igual hubiesemos coincidido en el cine. (Por llamarlo de alguna manera, proyección desajustada, luces apagándose tarde, palomitas, niñas fans de Ballesta, etc, siempre digo que no vuelvo pero de vez en cuando caigo). Espero tu crítica en el blog.

7:56 p. m.  
Blogger emejota said...

Ladrones, sí.
Eso te pasa por ir el día de baratillo, causal :P Es un día prohibido. Yo he estado solito, las luces se han apagado bien y, a diferencia de otras veces, la proyección me ha parecido correcta. Las niñas debían estar en la piscina. ¿Y los niños? ¿Acaso Valverde va a ser menos o qúe?

Mi crítica más que crítica son impresiones en serie (y en serio). Me parece una película digna y viva, una ópera prima que deja en evidencia el trabajo de tantos primos.

1:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

ahí sí que no estamos de acuerdo. demasiado artificio para ser una ópera prima. demasiadas cámaras lentas y desenfocados con texturas de color azul y gris. puede que esperara más. o que me pillara en un día demasiado crítico. porque a mi Mar particular sí que le gustó mucho. eso sí, Ballesta es un actor sabio en este tipo de papeles. y Valverde es hipnótica, más que él. mucho más. la has visto en la flaqueza del bolchevique? ahí, siendo flaqueza es ternura hasta lo más profundo. cuántos ojos y cuántos labios.

8:25 a. m.  
Blogger emejota said...

Ahí no estamos de acuerdo ;) Va a ser que te pilló un día demasiado crítico, toni. El cine es artificio, a veces necesita notarse más, a veces menos. A veces cierto artificio se convierte en ingrediente básico de la receta, así ha sucedido tantas veces. El artificio en el que abundan tantas óperas primas es aquel que no viene a cuento de nada que no sea aparentar, porque dentro no hay nada. Aquí sí. Al menos, yo escucho el latido con nitidez.

Valverde es hipnótica pero deja de serlo de golpe cuando te muestra el perfil. La culpa no es suya, es de la nariz. Ballesta no es sabio, quizá tampoco actor. Lo que Ballesta es duende y aparece cuando se pronuncia la palabra mágica "acción".

10:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

tienes razón, va a ser que me pilló demasiado crítico, pero ese latido sólo (se me) aparece cuando Ballesta y Valverde son piel y se miran y se dicen ahora con un gesto. el resto del tiempo, está escondido en algún lugar (que no he podido encontrar). y sí, Ballesta tiene ese duende que aparece con la palabra acción y que, por lo que he oído, desaparece justo al decir corten. pero no, Valverde no deja de ser hipnótica de perfil, ni aunque la culpa sea de la nariz. porque nadie es hipnótico si hay un trozo que no lo es. y ella (me) hipnotiza en cada gesto y en cada línea curva.

8:20 a. m.  

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